Nostalgias y un tango para armar
"¿Tan lejos de dónde?"
Queridos amigos, estoy en la difícil tarea de armar un tango y para esto cuento con varios recursos, algunos ingredientes: La nostalgia, la carta de un lector, valiosos párrafos de geniales creadores, escritores y poetas, un país que sigue siendo mío por nacimiento, vivencias y formación, la tierra donde vivo ahora por elección, el pasado, el presente, el futuro, un tango argentino, un tango en Israel y el estar tan lejos y tan cerca,
"¿Tan lejos de dónde?"
La nostalgia (del griego clásico νόστος "regreso" y ἄλγος "dolor") describe un anhelo del pasado, a menudo idealizado y poco realista.
Wikipedia.
Miguel dijo...
Estimado Dr. Guido Maisuls:
Entiendo lo que usted siente ante esta circunstancia de la vida que experimenta. Tantas vivencias que usted ha tenido en su país natal, tantos años sufridos y disfrutados en la piel y en el alma no debe ser fácil haberlo dejado atrás. Corríjame si me equivoco y no se moleste si le hago un pequeño comentario al respecto de lo que nos ha contado. ¿Acaso su "tango en Israel" suena como un canto de añoranza?
Sinceramente, me ha gustado mucho su "tango en Israel".
Un cordial saludo desde España.
¡Es mi nostalgia infinita de otras latitudes lo que hace que mi corazón se estremezca de alegría por haber nacido aquí donde he nacido!
Jens August Schade
Dijo Eliahu Toker en Saga judía:
--Es algo que tendrían que explicarte mis entrañas.
Aquí soy un judío que suspira por su tierra
y en Israel voy a volverme
un argentino enfermo de nostalgia
pendiente de lo que suceda en Buenos Aires.
Argentina e Israel son dos amores entre los que me debato.
Claro que hay mucho por hacer aquí, como argentino,
y están el idioma, las calles, la gente, los amigos,
pero hay un Israel viviente que me llama
y una Jerusalén con la que tengo
fijada una cita desde hace siglos...
La nostalgia de mi pago me pone triste el acento. Viene de allá, campo afuera, y se me va pecho adentro.
Juan Cunha.
Dijo Ben Molar:
Hay una placa en Teatro Blanca Podestá, en Corrientes al 1200, que recuerda ese momento. Estaba en una esquina que frecuentábamos todas las noches, Corrientes y Talcahuano, donde estaba la confitería "La Real", donde todo el mundo artístico de alto nivel tomaba el te o café. Una noche vi. salir a dos personajes mitológicos de Buenos Aires, hasta la vereda de enfrente. Uno de ellos le presentó a otro en el interior del teatro que antes se llamaba Smart. Esto me lo confirmó el poeta César Tiempo, años más tarde. El cruzó la calle con Gardel, y en el hall del teatro estaba Federico García Lorca y se abrazaron. Por eso esa placa dice "En el hall de este teatro se abrazaron Carlos Gardel con Federico García Lorca, llevados de la mano del poeta César Tiempo. Testigo presencial: Ben Molar". Perdóname porque esto parece compadreado, pero es que no pude tocarle la mano o chamuyar con él.
La ausencia es un ingrediente que le devuelve al amor el gusto que la costumbre le hizo perder.
Amado Nervo
Dijo Jorge Luís Borges
Diríase que sin atardeceres y noches de Buenos Aires no puede hacerse un tango y que en el cielo nos espera a los argentinos la idea platónica del tango, su forma universal (esa forma que apenas deletrean La Tablada o El Choclo), y que esa especie venturosa tiene, aunque humilde, su lugar en el universo.
Recordar es fácil para el que tiene memoria. Olvidarse es difícil para quien tiene corazón.
Gabriel García Márquez.
Dijo en su libro Tango judío, el periodista Julio Nudler. Tan lejos y tan cerca.
El temperamento artísticamente ambicioso del pianista Gustavo Beytelmann, nacido en 1945 y emigrado a Francia en 1976, no se conformaba con ser alguien que escribe bien la música de tango. Debía llegar a ser un virtuoso de la concepción del tango. ¿En qué medida lo logró, cuánto le queda por andar? Al respecto recuerda aquella historia de los dos judíos que se encuentran en el Himalaya, y Samuel le dice a David: "¡Qué extraordinario habernos encontrado tan lejos!", y David le pregunta: "¿Tan lejos de dónde?".
Un tango en Israel
Letra: Guido Maisuls.
Música: ………………
Compuesto en Israel.
Año 2005.
Nací en un país donde el tango me acunaba con adiós muchachos y yira yira, mientras mi padre cada noche escuchaba a Marianito Mores y a Julio Sosa en aquella vieja radio gris.
Crecí en un hogar donde se juntaban las melodías del arrabal y la cumparsita con el a visale mazl y el dulce idish que brotaban de las bocas de mis queridos abuelos rusos ashkenazis.
Compartí una mesa donde se mezclaban el vino tinto con los vareniques, el mate amargo con el leicaj de miel y además el tierno churrasco con los knishes mágicos de mi idishe mame.
Aprendí de mis mayores que en la vida hay que ser un hombre derecho y valiente, que hay que ponerle el pecho a la vida pero también hay que estudiar una carrera y ser un idishe mench .
Jugué al fulbo en un potrero, a la payanca en la vereda y al dreidl en el shil. Leí Billiken, Corto Maltes y Rico Tipo junto a las Historias de mi Pueblo y El Estado Judío de Teodoro Herzl.
Festeje con sidra y pan dulce el Año Nuevo, con asado y empanadas los 25 de Mayo pero en Rosh Hashana era manzana y miel y en Pesaj el vishnik de mi bobe Sara y su exquisito guefilte fish.
Me emocionaba la marchita de San Lorenzo los 9 de julio y el HaTikva me hacia lagrimear en los Iom Hatzmaut y se me confundían los alegres Purim con ese loco y sensual Carnaval.
Me despertaba mucha pasión mi equipo de Boca Juniors, la cupe Ford de Juancito Gálvez y la voz de oro del morocho Gardel pero también los jalutzim de lejanos kibutzim y el glorioso ejercito de defensa de Eretz Israel.
Se mezclaban en mi fantasía las imágenes de los gauchos del Martín Fierro, los malevos del novecientos y los rebes, cuenteniks y linyeras de los cuentos encantados de la lejana Rusia que me relataba mi abuelo José.
Aunque en mi alma sigan prendidos adiós pampa mía y anclao en París, hoy los domingos se me volvieron lunes, pase del asado al shawarma o al falafel y mi hermoso castellano se trocó en un naciente y dificultoso Ibrit.
Hoy que vivo en Israel y aunque mi Argentina continúe firme en mi corazón, ya no me siento en un doble país, estoy en la tierra de mis ancestros y mi querido tango argentino segue siendo "un tango en Israel".
Tango argentino
Letra de Alfredo Bigeschi
Música de Juan Maglio (Pacho)
Compuesto en 1929
Es hijo malevo tristón y sentido,
nació en la miseria del viejo arrabal.
Su primer amigo fue un hombre temido...
Su novia primera vistió de percal...
Recibió el bautismo en una cortada
y fue su padrino un hombre de acción.
Se ganó el cariño de la muchachada,
que en una quebrada le dio el corazón.
Tango argentino,
sos el himno del suburbio,
y en jaranas o disturbios
siempre supiste triunfar.
Y allá en los patios
que a querosén alumbraron,
los de ayer te proclamaron
el alma del arrabal.
De tus tiempos aún palpitan
El choclo, Pelele, Pampa y Cabure,
La morocha, El Marne y... La cumparsita
aquel Entrerriano, y el Sábado inglés...
Bebiendo distancias por viejos caminos,
detrás de los mares anclaste triunfal.
Y con tu presencia de tango argentino,
sembraste motivos del viejo arrabal.
A veces uno se encuentra tan cerca pero también tan lejos.
Tan cerca y tan lejos. ¿De donde?
¡Te amo profunda e intensamente, Israel y te extraño tanto, Argentina!
Guido Maisuls
Kiriat Bialik, Israel, IL
http://cartasdesdeisrael.blogspot.com/
Si no soy yo ¿quién?, si no es ahora ¿cuando?
(Hillel)