29 de abril de 2010

¿Como lograremos la Paz?





Desde épocas milenarias, el largo viaje de nuestro pueblo desde el fondo de la historia tuvo un acompañante obligado, el incesante anhelo de la búsqueda de la Paz y así fue permanentemente hasta en nuestros días.


En esta turbulenta región del mundo llamada Medio Oriente se originan cotidianamente y desde hace mucho tiempo, una vorágine de informaciones y mensajes que recorren diariamente el planeta y que inevitablemente no dejan de estar acompañados de una palabra infaltable a cualquier hora: Paz.


La Paz (palabra derivada del latín pax = absentia belli) es generalmente definida como un estado de tranquilidad o quietud, como una ausencia de disturbios, agitación o conflictos. Wikipedia.


"No hay camino para la paz, la paz es el camino".
Mahatma Gandhi

Martin Luther King en su Carta de Birmingham escrita en la prisión:"La verdadera Paz no es simplemente la ausencia de tensión: es la presencia de justicia.".


Para el Talmud: ´´La Paz es para el mundo lo que la levadura para la masa ´´.


"Si quieres la paz, no hables con tus amigos, sino con tus enemigos". Moshé Dayán


Dice una popular canción israelí: Todos hablan de Paz.... nadie habla de justicia…. Kulam medabrim al shalom.... af ejad medaber al tzedek....


Personalmente, estoy completamente convencido que la Paz es el único medio posible para la realización y el bienestar de los pueblos que compartimos este mundo pero el gran interrogante es saber quien quiere realmente la Paz y si es así, de que tipo de Paz estamos hablando.


En todo el mundo civilizado, hacen sonar los clarines hombres esforzados, empujando y forzando a cualquier costo la llegada de ese milagro tan esperado llamado Paz, desde Blair hasta Moratinos y desde Carter hasta Putin y por que no desde Clinton hasta Obama.


Muchos y célebres hombres de apellidos lustrosos y a veces no tanto, se desviven en ganar una alocada maratón que les permita al final del tortuoso recorrido acceder al tan preciado premio Nobel de la Paz, apretujándonos idílicamente a árabes, palestinos e israelíes en un supuesto gran abrazo pacifico y conciliador.


A través de nuestra historia, demasiadas veces perdimos esa preciada sensación de Paz , por largos y sombríos periodos, nuestro pueblo no gozo de la Paz, fuimos desterrados y llevados cautivos a Babilonia, fuimos esclavizados y expulsados nuevamente de nuestra tierra de Israel por los romanos y vagamos durante dos milenios por el ancho mundo con la persistente perdida de la Paz debido a las tragedias de las persecuciones, de las humillaciones, de las discriminaciones y de los genocidios.


Hoy tenemos el gran privilegio histórico de participar del renacimiento, la consolidación y el crecimiento de Nuestro Israel Actual, donde el sueño de la Paz retorna nuevamente, con grandes sacrificios pero también con muchas y renovadas energías y esperanzas. Aunque hoy, no lo hemos logrado, la lucha por la Paz todavía no ha culminado, la Paz aun se niega a reinar y todavía existe un largo camino por recorrer.


Yo, me considero una persona profundamente idealista y optimista, pero en estos momentos mis sentidos y mi intelecto me inducen a definirme como un irremediable pesimista forzado. Dios quiera que me equivoque !!!


Estoy seguro que llegará ese tiempo de Paz que tanto necesitamos y añoramos, pero tendremos que crear otras condiciones muy diferentes a las actuales, tendremos que construir cimientos mas fuertes y sólidos y para eso necesitamos un ingrediente indispensable que se llama Justicia, Justicia verdadera y no pantomimas, para poder sostener realmente esa gran construcción que se llama: La verdadera Paz.



Usted que ama la Paz y la Justicia tan necesarias para una convivencia armoniosa entre los pueblos y entre los hombres:



¿Que opina de esta Paz que esta demorando tanto en llegar?



guidomaisuls@gmail.com





Guido Maisuls
Kiriat Bialik, Israel, IL

(28 de abril de 2010)

Si no soy yo ¿quién?, si no es ahora ¿cuando?

(Hillel)

26 de abril de 2010

Acerca de "Ese maldito Israel"



Queridos amigos:


Cuando volví a mi hogar de Kiriat Bialik luego de un largo día de trabajo en el laboratorio, venia pensando en la difícil y desfavorable situación internacional de demonización a la que está expuesta nuestra querida Israel.


Cuando abro mi lista de correo electrónico recibo la grata sorpresa de encontrarme con una nota enviada por el Dr. Marcos Aguinis, denominada "Ese maldito Israel". Luego de recorrer con mis ojos los primeros párrafos comienzo a sentir realmente que no estamos tan solos, que contamos con lúcidas y valientes voces que se alzan por encima de las mentiras y las hipocresías.


Muchas Gracias querido Amigo Marcos Aguinis.



Guido Maisuls

Kiriat Bialik, Israel, IL



Si no soy yo ¿quién?, si no es ahora ¿cuando?
(Hillel)





Los méritos y milagros de un Estado contra el que ahora apuntan todos

"Ese maldito Israel"

Marcos Aguinis
Para LA NACION

La sistemática descalificación del Estado de Israel se ha convertido en una moneda corriente tan grave como la descalificación de los judíos que hizo el Tercer Reich para cometer el Holocausto. Así como algunos fanáticos piden ahora un Medio Oriente Israelrein ('limpio de Israel'), los nazis querían un mundo Judenrein ('limpio de judíos'). La misma mecánica. En ambos casos se procura señalarlos como indeseables, criminales, y hasta como bacterias infecciosas. Dicen que es necesario exterminar ese "cáncer" (Israel, ahora; todos los judíos, antes) como medida de higiene, para que haya paz, para conseguir justicia, para bien de la humanidad. La mayor parte del mundo cree en esas diatribas o duda, o se mantiene indiferente, o es cómplice. Antes de 1939, Hitler promulgó suficiente cantidad de "leyes raciales" que invitaban al más remiso para hacer desaparecer judíos. No hubo una eficaz repulsa a semejante atrocidad. Y la atrocidad pudo llevarse a cabo sin dificultades. Ahora, cualquier ojo informado puede advertir la doble vara con la que se mide a Israel, exagerando siempre sus errores y, al mismo tiempo, dejando al margen sus virtudes. Martilla el concepto de que Israel es culpable, porque bogue o porque no bogue, convertido en victimario despreciable e irredimible, eterno. Por consiguiente, debe ser borrado del mapa, como proclama un jefe de Estado sin que las Naciones Unidas le exijan retractarse siquiera.

Se cumplieron 62 años de la independencia israelí.

Voy a ser políticamente incorrecto -ya me acostumbré al rol- y señalaré los méritos de Israel. Sólo los méritos. Sus defectos ya inundan la prensa y los corrillos.

Es uno de los países más pequeños, con la milésima parte de la población mundial. Fue desértico en la mayor parte de su extensión. No tiene recursos naturales. Está rodeado por un vasto cerco de acoso permanente. Debe mantener activo un ejército popular integrado por sus ciudadanos para defenderse de día y de noche, todos los días y todas las noches. Padece conflictos interiores debidos a su gran pluralidad. No obstante, mantiene la admirable calidad de su sistema democrático y se ha convertido en una potencia científica, cultural y económica. Da envidia. Y, en gran parte, esta envidia genera odio.

Veamos algunos hechos.

Su población alcanza a los siete millones y medio de personas, de las cuales un 20 por ciento son árabes que llegan a intendentes, diputados, académicos y ministros. Un vicecanciller israelí fue árabe musulmán y visitó la Argentina en tal carácter.

Pese a la amenaza de sus vecinos y la tensión generada por los mártires místicos asesinos (acertada definición de Carlos Escudé), la esperanza de vida actual trepa a los 81 años, muy por arriba de la media mundial, que se queda en los 67 años. Supera a Inglaterra, Estados Unidos y Alemania. Más del 60 por ciento de los ciudadanos se sienten satisfechos o muy satisfechos por la calidad de vida, pese a las obvias dificultades que genera la tenaz amenaza de algunos países y organizaciones terroristas.

El desarrollo científico y tecnológico alcanzado coloca a Israel entre los países más progresistas del orbe. No mezquina en invertir en este rubro. Tiene la mayor proporción de ingenieros per cápita del mundo entero. Su creación de patentes es asombrosa. Basta hacer algunas comparaciones: de 1980 a 2000, se registraron 77 patentes egipcias y 171 saudíes en los Estados Unidos, frente a 7652 israelíes. En esa catarata de patentes sobresalen las que mejoran los equipos médicos. Sus hospitales brillan por la excelencia y en ellos son pacientes, médicos y jefes de equipo tanto los judíos como los árabes, sin discriminació n alguna.

Israel ha sido reconocido como uno de los ocho únicos países con capacidad de enviar un satélite al espacio. Produce más papers científicos per cápita que cualquier otra nación del globo. Está a la cabeza de las compañías valuadas en el Nasdaq, con la excepción de Estados Unidos; más que toda Europa, India, China y Japón combinados. En proporción con su población, Israel desarrolló el número más grande de compañías de emprendimientos (start-up) tecnológicos del mundo.

Pocos prestan atención al hecho de que es un país más seguro que Suiza, por ejemplo. En sus calles, el promedio de asesinatos anuales es de 1,8 por cada 100.000 personas. En tierras helvéticas, la cifra llega a los 2,3: en Rusia supera los 16, y en Sudáfrica se acerca a los 40. La mayor parte de los heridos y muertos son consecuencia de los ataques con misiles que lanzan las organizaciones terroristas desde los territorios que Israel ha evacuado.

El viceprimer ministro, Dan Medidor, acaba de formular una síntesis. Dijo: "Debemos estar muy satisfechos en este 62º aniversario de la independencia. En el desierto, en una tierra sin recursos naturales, construimos un Estado con gran fortaleza, vitalidad y excepcionales logros en ciencia, cultura, medicina, agricultura, economía y altas tecnologías. Afrontamos amenazas graves en una zona que siempre fue hostil. Nuestro gobierno debe reflexionar con sentido común y actuar. Y no siempre a nivel militar".

El Estado ofrece, por ley, prestaciones de asistencia social, subsidios, servicios médicos, pensiones, educación, infraestructuras y demás beneficios sociales a los 250.000 palestinos que viven en la zona oriental de Jerusalén, los mismos de los que disfrutan los demás ciudadanos árabes del país.

Es la única nación en la historia de la humanidad que logró hacer revivir una lengua que no se hablaba. El hebreo bíblico, la lengua que se utilizó durante los dos primeros Estados judíos que existieron en ese territorio, se ha convertido en un instrumento que permite expresarse a poetas, novelistas, científicos, periodistas y políticos, con una riqueza que conjuga las maravillas del pasado con los desafíos del presente.

Desde su independencia, ha obtenido más premios Nobel per cápita que cualquier otro país del planeta.

Un fenómeno impresionante es la obsesión israelí por forestar su suelo. Desde antes de la independencia, funcionaba un fondo destinado a plantar árboles. Por esa razón, cuando en 1947 las Naciones Unidas propusieron la partición de Palestina -por entonces dominada por los británicos- en un Estado árabe y otro judío, a este último le asignaron casi todas las zonas áridas. Israel planta árboles con una obsesión febril.

Conmueve observar las alfombras verdes que se dilatan en colinas y planicies que habían carcomido la erosión y el abandono. En muchas partes, ahora existen frondosos bosques y hasta ha comenzado a modificarse el clima. Desde hace décadas, es tradición que los homenajes se traduzcan en plantación de árboles, no en monumentos. Allí, para mantener la memoria, por cada muerto se planta un árbol o un bosque.

Israel creó el único sistema colectivista democrático de la historia, por el cual se puede entrar y salir sin restricción alguna. Me refiero al kibutz.

Se fundaron y prosperaron cientos de aldeas conforme a ese tipo de vida. La mayor parte de los padres fundadores del Estado nacieron, vivieron o se formaron en algún kibutz. Casi el 93% de los hogares en Israel utilizan la energía solar para calentar el agua. Es el porcentaje más alto del mundo, y se trabaja con entusiasmo en la creación de otras energías alternativas. La falta absoluta de petróleo y otros recursos naturales exige fortificar la imaginación. Golda Meir solía criticar a Moisés: "Habiendo tanto petróleo en la zona, ¿tuvo que encajarnos en el único rincón donde no existe una gota?".

Desde hace décadas, Israel atrae una enorme cantidad de inversiones extranjeras. Son las más grandes del mundo, si se las mide per cápita: 30 veces más que Europa.

Desde antes de la independencia, puso el acento en la cultura y el conocimiento. En Jerusalén fundó una prestigiosa universidad, con el compromiso personal y apasionado de Albert Einstein. En Rejovot erigió el primer centro de investigaciones científicas de Medio Oriente y en la ciudad de Haifa, el imponente Tecnión. Ahora funcionan seis universidades de reconocidos méritos y se han formado cuatro Silicon Valleys.

Así como hubo ceguera ante el absurdo que publicitaba el nazismo sobre el carácter de "raza inferior" o "raza infecta" que constituían los judíos, hay ceguera respecto de las virtudes impresionantes de Israel. Como referencia final de este artículo, que podría alargarse con más datos, mencionaré los formidables movimientos por la paz que desarrollaron sus habitantes y dirigentes, muy superiores a los que se formaron (¿se formaron?) en todo el resto de Medio Oriente. Quedaría para otra ocasión analizar por qué se quedaron sin fuerzas.

A ese "maldito Israel" pretenden borrar del mapa. Prometen que, sin su existencia, todo funcionaría mejor, así como los nazis prometieron que el mundo funcionaría mejor sin judíos. Es tan evidente el grotesco, que ni cabe perder el tiempo en una refutación.

© LA NACION

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22 de abril de 2010

Semblanza de un Gaucho Judío



En camino al bicentenario de Argentina





' San Salvador, Entre Ríos, República Argentina '



(Primavera argentina de 1977)


Guido Maisuls
Kiriat Bialik, Israel, IL




Transcurriendo la primavera argentina del año 1977, tuve el privilegio de llegar a conocer, a los que yo llamo hoy, un autentico Gaucho Judío. En la pujante ciudad de San Salvador, Entre Ríos, tuve el placer de charlar por primera vez con Adolfo, un hombre maduro y agradable, de tez morena y curtida por el sol del campo, que con una sonrisa serena y bondadosa me da un cálido apretón de manos como bienvenida. Luego de una breve y cordial charla, me invita a compartir un asado criollo al día siguiente, un esplendido y soleado domingo, en el amplio y verde patio de su hogar acogedor.



Nos reunimos a media mañana, alrededor de un fogón ya encendido, donde una abundante cantidad de leña, la reseca y dura madera de ñandubay que abunda en los campos entrerrianos, comenzaba a arder con un sonido chirriante y abrasador, mientras las llamas rojas y azuladas purificaban a fondo una oscura y amplia parrilla metálica del mas puro estilo campestre. Nos sentamos en cómodos y bajos taburetes de madera rústica y mientras me preguntaba por mis estudios y mi familia, arrimaba al fuego una negra pava de agua a calentar y preparaba su mate porrón con una generosa y verde porción de yerba fuerte y aromática mientras una plateada bombilla metálica relucía con todo su esplendor, por el fuego y por los esplendidos rayos del sol que se obstinaban en colarse a través de las tupidas y verdes ramas de un paraíso añoso y robusto.



Entre mate y mate, comenzó a contarme cosas de su vida, de su cálido y culto hogar natal, de sus padres inmigrantes judíos de Odessa, de sus vitales y soñadores años de juventud, de su trabajo duro y fecundo en el campo, de sus amigos de toda la vida, de su amor profundo por esta negra y fértil tierra entrerriana y de sus arraigadas y ancestrales raíces judías que las proyectaba como legado a sus dos hijos varones y a su invalorable tesoro, a su adorada y hermosa hija.



Su conversación era sencilla y directa, sin rodeos ni volteretas, me preguntó si yo quería hacer el asado, le contesté que para mi era un honor y mientras el fuego se aplacaba y las brazas blanqueaban el fondo del fogón, irradiando un intenso calor, comencé a acomodar sobre la parrilla caliente unas anchas y tiernas tiras de asado de ternera. Mientras que la delicada carne comenzaba a dorarse regada cada tanto de una exquisita salmuera criolla continuamos esa charla sencilla y profunda, condimentada con algo en común que nos unía en el fondo pues yo también era descendiente de esos gauchos judíos.



Su vida fue una auténtica simbiosis, un entrelazado muy fuerte y profundo de culturas y vivencias. La corriente judía ashkenazi que venia de la vieja Europa, traídas por sus cultos e intelectuales padres, que cuando se instalaron en la colonia Berro, a solo ocho kilómetros de San Salvador, plantaron en el patio de su casa rosas y árboles frutales mientras que con sus vecinos judíos y hermanos de los mismos barcos en que llegaron construyeron una sinagoga, un lugar de culto, de encuentros sociales y de actividades culturales.



Este legado original se fundía inexorablemente con la indómita, virgen y fértil tierra entrerriana, con los auténticos vínculos de sus entrañables amigos gentiles, gente de otras culturas, de los criollos del lugar , de los descendientes de los alemanes del Volga y de los inmigrantes de la madre patria de España; vivencias que como ríos caudalosos desembocaron en él, conformando un "auténtico gaucho judío", con las profundas raíces de su pueblo ancestral pero con las libres alas de una nueva generación comprometida con su tierra, con su entorno y con su gente.



Se iluminaban con un brillo de alegría sus verdes y profundos ojos soñadores, cuando recordaba la vida de la colonia donde nació, la escuela de campo donde se llegaba a caballo luego de un largo y cotidiano viaje, la convivencia con sus queridos hermanos y hermanas, las románticas e inocentes travesuras de su juventud, las grandes festividades judías, los 25 de mayo y los 9 de julio en la colonia, las largas y alegres travesías a través de las distancias para llegar a las fiestas de casamiento, brit mila y bar mitzva, en carros tirados por caballos llevando a sus numerosos amigas y amigos a estos ineludibles e inolvidables acontecimientos en búsqueda de los alegres bailes llevados por la música de freilaj y tijeras, donde se intensificaban los vínculos de la amistad y del amor.



Una parte inseparable de su vida lo constituía un concepto quizás hoy algo extraño a nuestros oídos y lo era indudablemente el amor al trabajo, como fuente de sustento para su familia pero fundido con el sentimiento de alegría, afecto y orgullo de lo que producía con su mente y con sus propias manos. Un día de trabajo era un día de júbilo, levantarse muy temprano, el frugal desayuno con el inseparable mate y la fecunda jornada con las vacas y los cultivos en su amada tierra prometida, su establecimiento rural de Colonia Berro, que lo sustentaba tanto espiritual como materialmente, al cual viajaba cotidianamente en su Citroen pero en los imposibles y lluviosos días invernales, era el típico sulky tirado por un brioso caballo el que lo trasladaba a través de esos difíciles y anegables caminos entrerrianos.



La otra gran pasión de Adolfo fue la gente, la vida social era para el un alimento espiritual insustituible, era un personaje muy popular y conocido en el pueblo, el trámite bancario o la rutinaria compra de algo necesario eran una excelente oportunidad para saludar y charlar extensamente con sus innumerables amigos y conocidos; comerciantes y gente de campo; letrados y gente sencilla; ricos y pobres; jóvenes y viejos; criollos, españoles, árabes, alemanes y judíos. Todos eran sus hermanos y sus amigos, sin ninguna distinción, cualquier lugar era el correcto: el banco, el correo o la farmacia. Sencillamente amaba a su gente y amaba a su pueblo.



Querido Adolfo Presman, te fuiste muy temprano de nuestras vidas, pero ahora y a través del tiempo y de las distancias te quiero agradecer profundamente por tres cosas valiosas que me legaste: tu ejemplo de vida en el cual me reflejo en las inevitables horas difíciles que a veces atravesamos; tu querida hija, que es mi inseparable compañera de la vida y madre de mis hijos y no quiero olvidarme de ese inolvidable y exquisito asado que compartimos en esa hermosa mañana de septiembre.



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Querido Amigo/a:



Hoy y desde mi humilde lugar estoy convocando a todos ustedes, a todos mis hermanos y hermanas argentinos, a los que estamos desperdigados por el ancho mundo para que no nos olvidemos del 25 de mayo de 2010, del cumpleaños doscientos de nuestra querida Patria Argentina en la que nacimos y nos formamos.



Ya es hora de que empecemos a contactarnos, a juntarnos, a charlar, con un verde y virtual mate cimarrón de por medio, a organizarnos como podamos para rendirle un merecido homenaje en el bicentenario de nuestra querida Patria Argentina.



Un gran abrazo gaucho desde Kiriat Bialik, Israel.




guidomaisuls@gmail.com




Guido Maisuls
Kiriat Bialik, Israel, IL




Si no soy yo ¿quién?, si no es ahora ¿cuando?

(Hillel)



19 de abril de 2010

La Declaración de Independencia de Israel




ERETZ ISRAEL fue la cuna del pueblo judío. Aquí se forjó su identidad espiritual, religiosa y nacional. Aquí logró por primera vez su soberanía, creando valores culturales de significado nacional y universal, y legó al mundo el eterno Libro de los Libros.


Luego de haber sido exiliado por la fuerza de su tierra, el pueblo le guardó fidelidad durante toda su Dispersión y jamás cesó de orar y esperar su retorno a ella para la restauración de su libertad política.


Impulsados por este histórico y tradicional vínculo, los judíos procuraron en cada generación reestablecerse en su patria ancestral. En los últimos decenios retornaron en masa. Pioneros, maapilim y defensores hicieron florecer el desierto, revivieron el idioma hebreo, construyeron ciudades y pueblos, y crearon una sociedad pujante, que controlaba su economía y cultura propias, amante de la paz, pero capaz de defenderse a sí misma, portadora de las bendiciones del progreso para todos los habitantes del país, que aspira a la independencia y a la soberanía.


En el año de 5657 (1897), respondiendo al llamado del padre espiritual del estado judío, Teodoro Herzl, se congregó el Primer Congreso Sionista que proclamó el derecho del pueblo judío a la restauración nacional en su propio país.


Este derecho fue reconocido en la Declaración Balfour del 2 de noviembre de 1917 y reafirmado en el mandato de la Liga de las Naciones que, específicamente sancionó internacionalmente la conexión histórica entre el pueblo judío y Eretz Israel y al derecho del pueblo judío de reconstruir su Hogar Nacional.


La catástrofe que recientemente azotó al pueblo judío - la masacre de millones de judíos en Europa - fue otra clara demostración de la urgencia por resolver el problema de su falta de hogar, restableciendo en Eretz Israel el Estado Judío, que habrá de abrir las puertas de la patria de par en par a todo judío y conferirle al pueblo judío el status de miembro privilegiado en la familia de las naciones.


Sobrevivientes del holocausto nazi en Europa, como también judíos de otras partes del mundo, continuaron inmigrando a Eretz Israel superando dificultades, restricciones y peligros, y nunca cesaron de exigir su derecho a una vida de dignidad, de libertad y de trabajo en su patria nacional.


Durante la Segunda Guerra Mundial, la comunidad judía de este país contribuyó con todas sus energías en la lucha de las naciones amantes de la libertad y la paz en contra la iniquidad nazi, y, por la sangre derramada por sus soldados y el esfuerzo bélico desplegado, le valieron el derecho de contarse entre los pueblos que fundaron las Naciones Unidas.


El 29 de noviembre de 1947, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución que disponía el establecimiento de un estado judío en Eretz Israel. La Asamblea General requirió de los habitantes de Eretz Israel que tomaran en sus manos todas las medidas necesarias para la implementación de dicha resolución. Este reconocimiento por parte de las Naciones Unidas sobre el derecho del pueblo judío a establecer su propio estado es irrevocable.


Este derecho es el derecho natural del pueblo judío de ser dueño de su propio destino, con todas las otras naciones, en un Estado soberano propio.


POR CONSIGUIENTE NOSOTROS, MIEMBROS DEL CONSEJO DEL PUEBLO, REPRESENTANTES DE LA COMUNIDAD JUDIA DE ERETZ ISRAEL Y DEL MOVIMIENTO SIONISTA, ESTAMOS REUNIDOS AQUI EN EL DIA DE LA TERMINACION DEL MANDATO BRITANICO SOBRE ERETZ ISRAEL Y, EN VIRTUD DE NUESTRO DERECHO NATURAL E HISTORICO Y BASADOS EN LA RESOLUCION DE LA ASAMBLEA GENERAS DE LAS NACIONES UNIDAS, PROCLAMAMOS EL ESTABLECIMIENTO DE UN ESTADO JUDIO EN ERETZ ISRAEL, QUE SERA CONOCIDO COMO EL ESTADO DE ISRAEL.


DECLARAMOS que, desde el momento en que termina el Mandato, esta noche, víspera de Shabat, el 6 de iyar, 5708 (14 de mayo, 1948) y hasta el establecimiento de las autoridades electas y permanentes del estado, de acuerdo con la constitución que habrá de ser adoptada por la Asamblea Constituyente a ser elegida, a más tardar el 1o de octubre de 1948, el Consejo del Pueblo actuará en calidad de Consejo Provisional del Estado y su brazo ejecutivo, la Administración del Pueblo, será el Gobierno Provisional del estado judío, que se llamará "Israel".


EL ESTADO DE ISRAEL permanecerá abierto a la inmigración judía y el crisol de las diásporas; promoverá el desarrollo del país para el beneficio de todos sus habitantes; estará basado en los principios de libertad, justicia y paz, a la luz de las enseñanzas de los profetas de Israel; asegurará la completa igualdad de derechos políticos y sociales a todos sus habitantes sin diferencia de credo, raza o sexo; garantizará libertad de culto, conciencia, idioma, educación y cultura; salvaguardará los Lugares Santos de todas las religiones; y será fiel a los principios de la Carta de las Naciones Unidas.


EL ESTADO DE ISRAEL está dispuesto a cooperar con las agencias y representantes de las Naciones Unidas en la implementación de la resolución de la Asamblea General del 29 de noviembre de 1947, y tomará las medidas necesarias para lograr la unión económica de toda Eretz Israel.


APELAMOS a las Naciones Unidas para que asistan al pueblo judío en la construcción de su Estado y a admitir al Estado de Israel en la familia de las naciones.


EXHORTAMOS - aun en medio de la agresión sangrienta que es lanzada en contra nuestra desde hace meses - a los habitantes árabes del Estado de Israel a mantener la paz y participar en la construcción del Estado sobre la base de plenos derechos civiles y de una representación adecuada en todas sus instituciones provisionales y permanentes.


EXTENDEMOS nuestra mano a todos los estados vecinos y a sus pueblos en una oferta de paz y buena vecindad, y los exhortamos a establecer vínculos de cooperación y ayuda mutua con el pueblo judío soberano asentado en su tierra. El Estado de Israel está dispuesto a realizar su parte en el esfuerzo común por el progreso de todo el Medio Oriente.


HACEMOS un llamado a todo el pueblo judío en la diáspora para que se congregue en torno de los judíos de Eretz Israel y lo secunde en las tareas de inmigración y construcción, y estén juntos en la gran lucha por la materialización del sueño milenario - la redención de Israel.


PONIENDO NUESTRA FE EN EL TODOPODEROSO, COLOCAMOS NUESTRAS FIRMAS A ESTA PROCLAMACION EN ESTA SESION DEL CONSEJO PROVISIONAL DEL ESTADO, SOBRE EL SUELO DE LA PATRIA, EN LA CIUDAD DE TEL AVIV, EN ESTA VISPERA DE SABADO, EL QUINTO DIA DE IYAR DE 5708 (14 DE MAYO DE 1948).



David Ben-Gurion


Daniel Auster
Mordekhai Bentov
Yitzchak Ben Zvi
Eliyahu Berligne
Fritz Bernstein
Rabbi Wolf Gold
Meir Grabovsky
Yitzchak Gruenbaum
Dr. Abraham Granovsky
Eliyahu Dobkin
Meir Wilner-Kovner
Zerach Wahrhaftig
Herzl Vardi







* Published in the Official Gazette, No. 1 of the 5th, Iyar, 5708 (14th May, 1948).


Declaration of Establishment of State of Israel



Rachel Cohen
Rabbi Kalman Kahana
Saadia Kobashi
Rabbi Yitzchak Meir Levin
Meir David Loewenstein
Zvi Luria
Golda Myerson
Nachum Nir
Zvi Segal
Rabbi Yehuda Leib Hacohen Fishman

David Zvi Pinkas
Aharon Zisling
Moshe Kolodny
Eliezer Kaplan
Abraham Katznelson
Felix Rosenblueth
David Remez
Berl Repetur
Mordekhai Shattner
Ben Zion Sternberg
Bekhor Shitreet
Moshe Shapira
Moshe Shertok