El secretario
de Estado de los Estados Unidos, John Kerry está obsesionado por conseguir lo que, hasta ahora, nadie ha
conseguido: la paz y convivencia entre Israel y los palestinos.
Del discurso
pronunciado ante el Foro Económico Mundial en Davos: "No queremos un
acuerdo interino, sino un acuerdo definitivo que ponga fin al conflicto y
permita la consecución de un Estado palestino y acabe con la ocupación israelí". John Kerry dijo estar
convencido de que las negociaciones de paz entre palestinos e israelíes
llegarán a buen puerto, pese al escepticismo demostrado por ambas partes. “No
es una misión imposible”.
Según serios trascendidos,
el documento que elabora como propuesta Kerry habla de las fronteras de 1967
con retoques territoriales, de la división de Jerusalén como capital de los dos
pueblos, de que los palestinos reconozcan a Israel como "Estado
judío" y de una declaración que ponga fin a las reclamos y al conflicto.
Riesgos para la Autoridad Nacional
Palestina
Riesgos de división interna. “Kerry,
cobarde, no hay sitio para vos en Palestina” y “Regresa a casa” eran
algunos de los eslóganes con los que manifestantes palestinos del Frente
Democrático de Liberación de Palestina recibieron al secretario de Estado en
Ramallah.
Una misión del Fondo
Monetario Internacional (FMI) para la Ribera Occidental
y Gaza predice que el fracaso de las negociaciones de paz entre palestinos e
Israel podría desencadenar una crisis política y de seguridad sin precedentes que
conduciría a la contracción económica y a la inestabilidad política en sus
territorios.
De Christopher Duenwald,
jefe de la misión del FMI para Cisjordania y Gaza: "las perspectivas
económicas para 2014 y más allá dependen en gran medida del resultado de las
conversaciones de paz. Bajo la situación actual, donde las conversaciones de
paz están en curso y su resultado no se conoce todavía, proyectamos un
crecimiento de alrededor del 2.5 por ciento este año y un crecimiento mediocre
similar en el mediano plazo, con aumento del desempleo".
Del analista económico Nasr
Abdul Karim:
"Las perspectivas de la ANP son extremadamente difíciles y limitadas; la ecuación gira en torno a si la ANP está dispuesta a renunciar a los derechos palestinos básicos a cambio de un impulso económico. La imagen será totalmente negra y las condiciones económicas de la ANP serán simplemente catastróficas en caso de que sobrevenga un fracaso de las conversaciones de paz".
"Las perspectivas de la ANP son extremadamente difíciles y limitadas; la ecuación gira en torno a si la ANP está dispuesta a renunciar a los derechos palestinos básicos a cambio de un impulso económico. La imagen será totalmente negra y las condiciones económicas de la ANP serán simplemente catastróficas en caso de que sobrevenga un fracaso de las conversaciones de paz".
Riesgos para el Estado de Israel
La
existencia de un sector de políticos, dirigentes y gobernantes israelíes con
claras tendencias post sionistas, que cotidianamente atosigan a la opinión
pública con milagrosas formulas de entregas disparatadas de territorios, de
expulsiones compulsiva de millares de familias de territorios históricamente
judíos, de partir Jerusalén como pedazos de algo sin valor, de ayudar a armar a
las hordas de Al Aqsa, de liberar asesinos con las manos machadas de sangre inocente,
que inexorablemente conducirían a alejar esa tan vapuleada y manoseada paz en
lugar de acercarla.
La obstinación
de las potencias occidentales en sacrificar como peón en este tablero de
ajedrez el presente y futuro de Israel, como un chivo expiatorio ante un Islam
cada vez mas agresivo, cada vez mas ambicioso de expandirse por el mundo, es
inconcebible todo el perjuicio que se ocasionara al pueblo de Israel, destinado
solo a producir una ilusoria victoria diplomática para la administración Obama,
que quiere terminar su mandato con algún logro importante que quede para la
historia.
La receta
magistral de las retiradas como única y mágica solución para calmar las
exigencias de una sociedad Palestina musulmana cada vez más rendida al
Islam radical como parte de una tendencia general del mundo árabe llamado
moderado. No nos olvidemos como después de que Israel se retirara del Líbano y
posibilitara a Hezbollah apoderarse del sur de ese país y luego de la
desconexión de la Franja
de Gaza, permitiendo el copamiento del Hamás y el lanzamiento de misiles contra
Israel: ¿A dónde se huiría cuando los misiles caigan sobre Jerusalem, Tel Aviv
y Raanana?
La
destrucción irreversible de la Unidad Nacional de Israel se puede poner en
marcha al anunciarse la aplicación de planes que impliquen la evacuación
de entre 150.000 y 200.000 personas y esta expulsión dividiría la sociedad
israelí. Seguramente demasiadas personas comenzarían a desarrollar una gran dosis
de resentimiento contra el estado y sus instituciones.
La Autoridad Palestina en forma hipócrita, se
niega a reconocer a Israel como un Estado Judío ya que "no hay estado
en el mundo que conecta su identidad nacional con su identidad religiosa",
como si los países árabes no lo hicieran.
Habría que
agregar un oscuro vaticinio, al seguir así el curso de los acontecimientos, los
terroristas de Hamas que tomaron toda la Franja de Gaza y bombardean a Israel todos los
días, tan pronto Israel haga mas retiradas, eliminarán a Abu Mazen y crearan el
nuevo Estado Islámico Palestino.
En caso de
que estos planes prosperen y se forme esa nueva identidad palestina, los
árabes-israelíes que viven en lugares donde son mayoría (la Galilea y el Neguev),
exigirán mas autonomía para luego aliarse al futuro estado palestino y todo
esto agravado al máximo si se tiene en cuenta el manipulado retorno de millones
de descendientes de los palestinos que huyeron empujados por sus lideres a no
aceptar la existencia de Israel.
Así, los límites de Israel aprobados por la ONU en 1947 serán una
maravilla ante este futuro, diminuto, indefenso e inviable micro estado judío
hacia el que se avanzaría inexorablemente.
¿Entregar
Judea, Samaria y Jerusalén a cambio de nada garantiza la paz? ¿Nos ira mejor
profundizando estos planes, cuando ya conocemos las consecuencias? ¿Esta
generación de amantes de premios noveles está en condiciones en estos momentos
históricos de fijar las fronteras definitivas del Estado de Israel? ¿Tienen la
autoridad moral de verdaderos estadistas para intentarlo?
El premio Nóbel de la Paz
El Premio Nobel de la Paz se otorga "a la
persona que haya trabajado más y/o mejor en favor de la fraternidad entre las
naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración
y promoción de procesos de paz".
En
muchas oportunidades y en honor a la justicia estos premios fueron otorgados
merecidamente y en nombre de una Paz con mayúsculas, de una Paz autentica en 1952 a Albert Schweitzer, en
1962 a
Linus Carl Pauling, en 1964 a
Martín Luther King, en 1979 a
la Madre Teresa
de Calcuta, en 1986 a
Elie Wiesel, en 1999 a
Médicos sin Fronteras y a otras personalidades e instituciones que escapan
injustamente de mi memoria.
Cada
año se repite la misma rutina de hombres, prohombres y villanos haciendo sonar
sus estridentes clarines para acceder al Premio Nobel de la Paz
al que se llega por diferentes caminos pero siempre bregando, pujando y
forzando a cualquier costo para lograr este milagro tan esperado por esta maltratada humanidad: La Paz.
Celebres
y lustrosos apellidos se desviven en ganar esa alocada maratón que les permita
al final del tortuoso y extenuante recorrido arribar al tan preciado premio Nobel de la Paz. Para lograrlo deben
intentar por todos los medios a apretujar idílicamente a quien sea - violentos
y pacíficos, blancos y negros, ricos y pobres, buenos y malos, etc. -
en un gran abrazo supuestamente pacifico y conciliador. Aunque los
resultados luego sean dudosos o nulos, no importan pues lo importante es el
trofeo.
Conclusión
Una lógica respuesta a la cruel
realidad es que no logramos vivenciar con plácida ilusión esa paz lejana
y casi irrealizable aunque seamos personas profundamente optimistas aunque
nuestros sentidos e intelectos nos induzcan a definirnos como unos irremediables
pesimistas.
Un llamado a la reflexión de mundo
civilizado que vive engañado y desea continuar siéndolo, que se enoja
seriamente si le decimos la verdad porque esta le impide vivir en esa fantasía
de lo “políticamente correcto y progresista”.
Israel sueña con la paz pero no
aceptará jamás ni siquiera por cuestiones de índole lógica y natural, la paz de
los cementerios.
Sabemos que el ideal de vivir en
un estado de paz no puede costarle a Israel su existencia y con el riesgo de la posibilidad real y posible de que todo continúe igual, con la misma confrontación violenta que no deseamos pero que ya todos conocimos.
Muchos y célebres hombres
de apellidos lustrosos como Obama y como Kerry se desviven en ganar una alocada
maratón que les permita al final del tortuoso recorrido acceder al tan preciado
premio Nobel de la Paz, apretándonos idílicamente a árabes, palestinos e israelíes en un supuesto gran abrazo
pacífico y conciliador.
Solo
la historia lo juzgará.
Dr. Guido Maisuls
Buenos Aires, Argentina.