9 de mayo de 2010

EL INUSUAL ESTADO DE ISRAEL





Por Eric Hooper

Los Ángeles Times, 26.5.68





Los Judíos son un pueblo fuera de serie: Lo qué está permitido a otras naciones, les está prohibido a los Judíos.

Otras naciones erradican a cientos, incluso millones de personas, y no hay ningún problema de refugiados. Rusia lo ha hecho, Polonia y Checoslovaquia lo hicieron, Turquía deporto a un millón de griegos, y Argelia —a un millón de franceses. Indonesia arrojo ¿Cuántos chinos?— y nadie habla de refugiados. Pero en el caso de Israel, los árabes, que escaparon por voluntad propia se hicieron refugiados eternos.


Todo el mundo insiste que Israel debe aceptar de vuelta a todos los árabes. Arnold Toynbee dice, que la expulsión de los árabes es un desastre mayor que lo que hicieron los nazis. Otros países, cuando derrotan al enemigo en el campo de batalla, dictan los términos de la paz. Cuando Israel gana, debe suplicar para conseguir la paz.


Cualquier persona espera que los judíos sean los únicos verdaderos cristianos en este mundo. Otros países, cuando son derrotados, resurgen y se rehabilitan, pero si Israel llegara a perder una sola guerra, desaparecería del mapa. Si Nasser hubiera ganado la "Guerra de los Seis días" en junio 1967 Israel hubiera sido borrada del mapa, y nadie hubiera movido un dedo para salvar a los Judíos.


No hay ningún compromiso por parte de ningún gobierno, hacia los judíos, que valga el papel en el que está escrito.


Todo el mundo grita cuando muere un vietnamita, o son muertos dos negros en Rodesia. Pero cuando Hitler asesino a seis millones de Judíos nadie abrió la boca en contra de él.


Los Suecos, listos ahora para romper las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos a causa de lo que estamos haciendo en Vietnam, no abrió la boca cuando Hitler asesino a los Judíos. Suecia envió a Hitler mineral de hierro y rulemanes, y dieron servicio a los trenes de soldados Nazis, en camino hacia Noruega.


Los judíos son un pueblo aislado por el resto del mundo.


Si Israel sobrevive, será sólo por el esfuerzo de los propios judíos, y por los recursos de los judíos.


Por el momento, Israel es el único aliado en quien puede confiarse sin condiciones. Podemos confiar en Israel mucho más de lo que Israel puede confiar en nosotros.


Basta con imaginar lo que habría ocurrido el verano de 1967, si los árabes y sus partidarios rusos hubieran ganado la guerra, para comprender hasta donde la supervivencia de Israel es esencial para América y Occidente en general.


Tengo una sensación que no me abandona, que lo que le ocurra a Israel nos va a ocurrir a nosotros.
Si Israel desaparece, el Holocausto será el nuestro.





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