25 de febrero de 2011

Detengamos a Gadafi


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Hola
Imagina que sales a la calle a manifestarte pacíficamente -  después de 40 años sin poder hacerlo - y el gobierno de tu país decide bombardear la manifestación para acallar las protestas.
A tu lado, ves morir a centenares de personas, a miles heridas.
Ese es el horror que se vive en Libia, donde Muammar al-Gadafi está respondiendo a las protestas de su gente del modo más sangriento.
Y no parece dispuesto a parar.
Es un escándalo que su hijo se atreva a afirmar públicamente que está dispuesto a masacrar al pueblo para que su padre siga en el poder.
Si queremos parar esta matanza, Gadafi tiene que saber que somos muchas las personas que sentimos repulsa por las muerte de tantas personas inocentes.
Algunos miembros de su gobierno que desaprobaban la matanza han dimitido.
Con tu ayuda, podemos intentar detener el baño de sangre.
Firma aquí nuestra petición.
En Amnistía Internacional estamos utilizando todos los medios al alcance – yendo a países de la zona para investigar y documentar, movilizándonos en todo el mundo para presionar a los gobiernos... - para defender el derecho de las personas que se están manifestando en Libia y en otros países de la región.
No podemos abandonar ahora. Está en juego la vida de millones de personas que están arriesgando sus vidas sólo por pedir una vida digna y derechos humanos.
Ponte de su lado: únete a Amnistía Internacional y seremos más fuertes para plantar cara a cualquier gobierno, por poderosos que sea.

Gracias por actuar.

Esteban Beltrán
Director Amnistía Internacional – Sección Española





 

 
Sí, quiero firmar por Libia  más info
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1 comentario:

EduardoFreireCanosa dijo...

Me parece muy ingenuo pensar que una petición vaya a hacer mella en alguien dispuesto a morir matando. Lo único que puede frenar a Gadafi es una intervención militar europea rápida. Pero la Unión Europea tiene las miras cortas y no lo hará. Por ende tampoco reconocerá su bancarrota moral y seguirá dando lecciones de ética a diestra y siniestra como si no hubiera pasado nada. Así las cosas, lo único claro para mí es que, pase lo que pase, el pueblo llano libanés tendrá más odio a Occidente.