Dicen las
malas lenguas que desde hace muchos siglos da vueltas por el ancho mundo un
personaje oscuro y emblemático llamado Hamán. Lo han visto vagabundear
desde las viejas épocas en que vivía con su padre Amalek, un representante del
odio profundo y arraigado, el odio gratuito e irracional, el odio por el odio
mismo, el odio hasta el fin, el odio absoluto.
Pero, ¿Quién
es ese Hamán?
“Pues
Hamán, proyectó contra los judíos destruirlos, y echó un pur, esto es, el sorteo
- para consumirlos y destruirlos... Por eso, ellos llamaron a estos días
"Purím", por el pur...”
-
Libro de Ester 9:24-26
A Hamán se lo ha visto merodear desde épocas remotas por los tribunales y salas de tortura de la inquisición del Santo Oficio de la mano de Tomás de Torquemada.
Otros lo reconocieron abrazado con Adolf Hitler, por los campos de la muerte de Auschwitz-Birkenau, Belzec, Chelmno, Majdanek, Sobibor y Treblinka.
Algunos lo
han visto en épocas mas recientes en el atentado con coche bomba en la Asociación Mutual
Israelita Argentina (AMIA) de Buenos Aires el 18 de julio de 1994, uno de los
mayores ataques terroristas ocurridos en la Argentina, con sus 85
personas muertas y 300 heridas.
Según testigos fehacientes, se cree que en la actual Republica de Irán, Hamán
está desarrollando vertiginosamente un arsenal nuclear para borrar a Israel del
mapa, para hacer desaparecer para siempre a esa entidad sionista que no
tiene razón de ser, según su Presidente Mahmud Ahmadineyad.
En los
últimos tiempos se lo observó merodeando y aplaudiendo los discursos del incendiario
presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, ante la Asamblea General
de la ONU donde promete muerte y destrucción a
Israel y a todo occidente.
Pero la gran sorpresa de los últimos tiempos y que dejó a todos con los ojos desorbitadamente abiertos fue que millones de testigos oculares y testimoniales lo observamos pasearse tranquilamente por las calles de Buenos Aires, en la República Argentina.
Pero, ¿Que
hace Hamán en Buenos Aires?
El
pensamiento perverso de Hamán será en vano pues en ese día las personas
de buena voluntad lucharán contra el mismo y en esas circunstancias el pueblo
entero aunará esfuerzos, apartará la desgracia y se sobrepondrá al enemigo que
pretende "lehashmid, laharog ul-abed" ("exterminar, quitar la
vida y llevar a la perdición").
Dr.
Guido Maisuls
Buenos
Aires, Argentina.
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