1 de marzo de 2009

El país y el pueblo son los que pierden

 

 

 

Nota publicada en AURORA DIGITAL 27/2/2009

 

Autor: Dardo Norberto Prusak *

 

 

 

No fue una sorpresa ver como los candidatos de la ``totalidad'' de las fuerzas políticas se disputaron el voto del electorado israelí y con un denominador común en todos ellos: nadie presentó una propuesta totalizadora sobre la problemática del pueblo israelí.

 

El tema de la seguridad nacional fue el eje del debate electoral, remitiendo a un segundo plano el tema de la delicada situación social.

La pauperización progresiva (24,6% de familias están por abajo del nivel de pobreza, según Bitúaj Leumí), la ola de despidos, las malas condiciones de trabajo, el maltrato y humillación a los trabajadores, la súper-explotación, la precarización del sistema educativo; la falta de control, por parte del Estado, sobre la aplicación de las leyes laborales existentes, y su adecuación a las nuevas formas de esclavización encubierta generadas por la globalización neoliberal; estos temas fueron los grandes ausentes en la reciente campaña electoral.

 

Hay candidatos de partidos que se ven más duros que otros en el tema del conflicto con los palestinos y los países de la región, los hay ``halcones'' y los hay ``palomas'', intransigentes y conciliadores, expansionistas y conservadores, guerreristas a ultranza y ultra pacifistas, están los que quieren entregar tierras a cambio de paz y los que quieren anexar tierras para garantizar la paz, pero ninguno de ellos va al fondo de la cuestión.

¿Cuál es el fondo de la cuestión? Que no se puede resolver totalmente el tema de la seguridad relegando a segundo plano la gravísima crisis social y laboral.

 

La mejor seguridad para Israel es tener a su propio pueblo en condiciones sociales y laborales ``óptimas''. Todos los candidatos y partidos son responsables por el malestar social y laboral de los trabajadores y sectores más desprotegidos, algunos por acción y otros por omisión; algunos ya veteranos en el arte de defraudar al pueblo, como en el caso de Netaniahu o Barak a pesar del discurso diferente, otros que aprenden rápidamente, como Livni o Liberman.

 

No hay actualmente en Israel una fuerza que plantee despegarse de la globalización neoliberal, causa primordial de la injusta distribución de la riqueza.

No puede Israel ser fuerte frente a la agresión externa ni tener firmeza en sus negociaciones, con un frente interno empobrecido y deprimido. El motor de los cambios y del bienestar son los trabajadores que diariamente producen la riqueza y entregan a sus hijos para la defensa del Estado.

 

Para quienes conformamos Fuerza Latina, está claro que falta una alternativa política al modelo neoliberal. Alternativa que luche por reimplantar en Israel el Estado de bienestar con justicia social, y a la vez sea una fuerza profundamente patriótica, que entienda que la paz es un objetivo del pueblo de Israel, pero una paz justa, sin la guadaña del terrorismo islámico pendiendo sobre nuestras cabezas.

 

Más que nunca es necesaria la creación de una fuerza social inserta en el corazón y el sentimiento de los israelíes, que vuelva a movilizaren forma creativa y pragmática obreros, intelectuales, artistas, compañeros del Movimiento Kibutziano, nuevos y viejos inmigrantes, para crear un modelo de sociedad necesariamente nuevo, donde hayamos aprendido de los errores del pasado, un modelo social donde también habrá nuevos errores, pero será, a no dudarlo, un modelo social más justo, humano y solidario, como soñaron quienes crearon este Estado.

 

Ese es el rumbo de Fuerza Latina; empezar a construir este polo social dentro de Israel con paso firme y medido, sin el arrebato que promueve una circunstancia electoral, a todas luces prostituida por la facilidad que tienen los referentes de las distintas fuerzas para mudar de camiseta o entrar en componendas con el único objetivo de sumar poder, olvidándose de que deben ser sólo los instrumentos que el pueblo designa a fin de lograr la paz, la justicia social, la igualdad de derechos, la equidad.

 

No hay ningún país con fronteras seguras, cuando es injusto socialmente; esta es la otra guerra, y también es de todos.

 

* Dirigente del movimiento Fuerza Latina en Israel

fuerzalatinaenisrael@gmail.com

fuerzalatinabs@gmail.com

www.mflatina.co.cc


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