14 de marzo de 2014

Venezuela y Ucrania: La eterna lucha por la libertad



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Hoy, en el año 2014,  se esta escribiendo con sangre y lagrimas dos historias humanas y sociales aparentemente diferentes pero con un fondo muy similar, en escenarios muy distantes y peculiares pero con una profunda y amenazante sombra de injusticias, autoritarismo y la represión: Venezuela y Ucrania son las dos experiencias que oscilan entre la tolerancia, la indiferencia y un atisbo de complicidad de una comunidad internacional que inevitablemente rememora lamentables épocas históricas del pasado inmediato.

Hoy, Venezuela vive momentos críticos, complejos y dolorosos. La represión brutal digna de ser comparada con los duros períodos transcurridos durante las sangrientas dictaduras latinoamericanas de la década de los 70 y  la feroz combinación de ignorancia y arrogancia de Nicolás Maduro, es coronada por  la atroz indiferencia de los países de la región que salvo raras y honrosas excepciones, observan y miran para otro lugar, sin condenar, ni sancionar enérgicamente, generando así un oscuro escenario futuro.

Millones de venezolanos que sufren la violencia y la represión en sus ciudades se sublevan contra el desastre social, económico y político producido por un gobierno ciego e impotente que utiliza y promueve la violencia como única salida a la tremenda crisis auto producida.

Opina la bloguera cubana y licenciada en Filología, Yoani Sanchez: "El sector juvenil y universitario ha sido en este caso el motor impulsor de las protestas. Lo cual evidencia que Miraflores ha perdido la parte más rebelde y dinámica de una sociedad. Aunque los titulares oficialistas hablen de conspiración fomentada desde el extranjero, basta mirar las imágenes de policías y comandos armados golpeando a los manifestantes, para comprender de dónde viene la violencia."

Ante las penurias de una población venezolana que se debate entre la creciente inflación, los enfrentamientos y la corrupción generalizada y frente a una anarquía y desorden que parece no tener límites, los países vecinos en América Latina y la OEA  guardan silencio, con una exasperante indiferencia que nos sorprende y nos llama poderosamente la atención.

Dijo Simón Bolívar, militar y político venezolano, una de las figuras más destacadas de la emancipación americana frente al Imperio Español: "Todos los pueblos del mundo que han lidiado por la libertad han exterminado al fin a sus tiranos".
En otro lugar opuesto del mundo, las calles de Kiev han sido testigo de una nueva generación de ucranianos que se niega a tolerar el abuso de gobiernos corruptos, autoritarios y represivos. En su lucha por la libertad, los ucranianos enfrentan el gran dilema histórico, la libertad o una nueva y desagradable opresión del oso polar ruso.

El 16 de julio de 1990, el Soviet Supremo de Ucrania (Rada Rada) definió en su “Declaración de Soberanía de los Estados” en su artículo 4: “La República Socialista Soviética de Ucrania proclama solemnemente su intención de convertirse en el futuro en un estado permanentemente neutral, sin participación en bloques militares y el acatamiento de tres principios no nucleares: no aceptar, producir o adquirir armas nucleares”.

A diferencia de Venezuela, el presidente Víctor Yanukovich, de Ucrania, no tuvo la suerte de Nicolás Maduro pues fue obligado por el pueblo ucraniano y la comunidad internacional para cesar la represión y luego dimitir. Hoy y ya de regreso a la libertad y a la autodeterminación nacional, Ucrania está atrapada entre la espada y la pared por la posibilidad real de caer nuevamente bajo otro tipo de autoritarismo, pues el presidente ruso, Vladimir Putin, está dispuesto a oprimir a Ucrania y los episodios de Crimea han sido solo sus primeros pasos expansivos.

A pesar de las profundas diferencias históricas, políticas y culturales, Venezuela y Ucrania se han convertido en modelos a imitar de una lucha que trasciende sus fronteras y se expande hacia toda esta sufriente humanidad por el auténtico derecho humano de vivir en Libertad.




Dr. Guido Maisuls

Buenos Aires, Argentina.

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