20 de febrero de 2014

Un premio Nobel para John Kerry






El secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry está obsesionado por  conseguir lo que, hasta ahora, nadie ha conseguido: la paz y convivencia entre Israel y los palestinos.

Del discurso pronunciado ante el Foro Económico Mundial en Davos: "No queremos un acuerdo interino, sino un acuerdo definitivo que ponga fin al conflicto y permita la consecución de un Estado palestino y acabe con la ocupación  israelí". John Kerry dijo estar convencido de que las negociaciones de paz entre palestinos e israelíes llegarán a buen puerto, pese al escepticismo demostrado por ambas partes. “No es una misión imposible”.

Según serios trascendidos, el documento que elabora como propuesta Kerry habla de las fronteras de 1967 con retoques territoriales, de la división de Jerusalén como capital de los dos pueblos, de que los palestinos reconozcan a Israel como "Estado judío" y de una declaración que ponga fin a las reclamos y al conflicto.


Riesgos para la Autoridad Nacional Palestina

Riesgos de división interna. “Kerry, cobarde, no hay sitio para vos en Palestina” y “Regresa a casa” eran algunos de los eslóganes con los que manifestantes palestinos del Frente Democrático de Liberación de Palestina recibieron al secretario de Estado en Ramallah.

Una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) para la Ribera Occidental y Gaza predice que el fracaso de las negociaciones de paz entre palestinos e Israel podría desencadenar una crisis política y de seguridad sin precedentes que conduciría a la contracción económica y a la inestabilidad política en sus territorios.

De Christopher Duenwald, jefe de la misión del FMI para Cisjordania y Gaza: "las perspectivas económicas para 2014 y más allá dependen en gran medida del resultado de las conversaciones de paz. Bajo la situación actual, donde las conversaciones de paz están en curso y su resultado no se conoce todavía, proyectamos un crecimiento de alrededor del 2.5 por ciento este año y un crecimiento mediocre similar en el mediano plazo, con aumento del desempleo".

Del analista económico Nasr Abdul Karim:
"Las perspectivas de la ANP son extremadamente difíciles y limitadas; la ecuación gira en torno a si la ANP está dispuesta a renunciar a los derechos palestinos básicos a cambio de un impulso económico. La imagen será totalmente negra y las condiciones económicas de la ANP serán simplemente catastróficas en caso de que sobrevenga un fracaso de las conversaciones de paz".



Riesgos para el Estado de Israel

La existencia de un sector de políticos, dirigentes y gobernantes israelíes con claras tendencias post sionistas, que cotidianamente atosigan a la opinión pública con milagrosas formulas de entregas disparatadas de territorios, de expulsiones compulsiva de millares de familias de territorios históricamente judíos, de partir Jerusalén como pedazos de algo sin valor, de ayudar a armar a las hordas de Al Aqsa, de liberar asesinos con las manos machadas de sangre inocente, que inexorablemente conducirían a alejar esa tan vapuleada y manoseada paz en lugar de acercarla.

La obstinación de las potencias occidentales en sacrificar como peón en este tablero de ajedrez el presente y futuro de Israel, como un chivo expiatorio ante un Islam cada vez mas agresivo, cada vez mas ambicioso de expandirse por el mundo, es inconcebible todo el perjuicio que se ocasionara al pueblo de Israel, destinado solo a producir una ilusoria victoria diplomática para la administración Obama, que quiere terminar su mandato con algún logro importante que quede para la historia.

La receta magistral de las retiradas como única y mágica solución para calmar las exigencias de una sociedad Palestina musulmana cada vez más  rendida al Islam radical como parte de una tendencia general del mundo árabe llamado moderado. No nos olvidemos como después de que Israel se retirara del Líbano y posibilitara a Hezbollah apoderarse del sur de ese país  y luego de la desconexión de la Franja de Gaza, permitiendo el copamiento del Hamás y el lanzamiento de misiles contra Israel: ¿A dónde se huiría cuando los misiles caigan sobre Jerusalem, Tel Aviv y Raanana?

La destrucción irreversible de la Unidad Nacional de Israel se puede poner en marcha al anunciarse la aplicación de planes que impliquen la evacuación  de entre 150.000 y 200.000 personas y esta expulsión dividiría la sociedad israelí. Seguramente demasiadas personas comenzarían a desarrollar una gran dosis de resentimiento contra el estado y sus instituciones.

La Autoridad Palestina en forma hipócrita, se niega a reconocer a Israel como un Estado Judío ya que "no hay estado en el mundo que conecta su identidad nacional con su identidad religiosa", como si los países árabes no lo hicieran.

Habría que agregar un oscuro vaticinio, al seguir así el curso de los acontecimientos, los terroristas de Hamas que tomaron toda la Franja de Gaza y bombardean a Israel todos los días, tan pronto Israel haga mas retiradas, eliminarán a Abu Mazen y crearan el nuevo Estado Islámico Palestino.

En caso de que estos planes prosperen y se forme esa nueva identidad palestina, los árabes-israelíes que viven en lugares donde son mayoría (la Galilea y el Neguev), exigirán mas autonomía para luego aliarse al futuro estado palestino y todo esto agravado al máximo si se tiene en cuenta el manipulado retorno de millones de descendientes de los palestinos que huyeron empujados por sus lideres a no aceptar la existencia de Israel.

Así, los límites de Israel aprobados por la ONU en 1947 serán una maravilla ante este futuro, diminuto, indefenso e inviable micro estado judío hacia el que se avanzaría inexorablemente.

¿Entregar Judea, Samaria y Jerusalén a cambio de nada garantiza la paz? ¿Nos ira mejor profundizando estos planes, cuando ya conocemos las consecuencias? ¿Esta generación de amantes de premios noveles está en condiciones en estos momentos históricos de fijar las fronteras definitivas del Estado de Israel? ¿Tienen la autoridad moral de verdaderos estadistas para intentarlo?


El premio Nóbel de la Paz

El Premio Nobel de la Paz se otorga "a la persona que haya trabajado más y/o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz".

En muchas oportunidades y en honor a la justicia estos premios fueron otorgados merecidamente y en nombre de una Paz con mayúsculas, de una Paz autentica en 1952 a Albert Schweitzer, en 1962 a Linus Carl Pauling, en 1964 a Martín Luther King, en 1979 a la Madre Teresa de Calcuta, en 1986 a Elie Wiesel, en 1999 a Médicos sin Fronteras y a otras personalidades e instituciones que escapan injustamente de mi memoria.

Cada año se repite la misma rutina de hombres, prohombres y villanos haciendo sonar sus estridentes clarines para acceder al Premio Nobel de la Paz al que se llega por diferentes caminos pero siempre bregando, pujando y forzando a cualquier costo para lograr este milagro tan esperado por esta maltratada humanidad: La Paz.

Celebres y lustrosos apellidos se desviven en ganar esa alocada maratón que les permita al final del tortuoso y extenuante recorrido arribar al tan preciado premio Nobel de la Paz. Para lograrlo deben intentar por todos los medios a  apretujar idílicamente a quien sea - violentos y pacíficos, blancos y negros, ricos y pobres, buenos y malos, etc. -  en un  gran abrazo supuestamente pacifico y conciliador. Aunque los resultados luego sean dudosos o nulos, no importan pues lo importante es el trofeo.


Conclusión

Una lógica respuesta a la cruel realidad es que no logramos vivenciar con plácida ilusión esa paz lejana y casi irrealizable aunque seamos personas profundamente optimistas aunque nuestros sentidos e intelectos nos induzcan a definirnos como unos irremediables pesimistas.

Un llamado a la reflexión de mundo civilizado que vive engañado y desea continuar siéndolo, que se enoja seriamente si le decimos la verdad porque esta le impide vivir en esa fantasía de lo “políticamente correcto y progresista”.

Israel sueña con la paz pero no aceptará jamás ni siquiera por cuestiones de índole lógica y natural, la paz de los cementerios.

Sabemos que el ideal de vivir en un estado de paz no puede costarle a Israel su existencia y con el riesgo de la posibilidad real y posible de que todo continúe igual, con la misma confrontación violenta que no deseamos pero que ya todos conocimos.

Muchos y célebres hombres de apellidos lustrosos como Obama y como Kerry se desviven en ganar una alocada maratón que les permita al final del tortuoso recorrido acceder al tan preciado premio Nobel de la Paz, apretándonos idílicamente a árabes, palestinos e israelíes en un supuesto gran abrazo pacífico y conciliador.

Solo la historia lo juzgará.






Dr. Guido Maisuls
Buenos Aires, Argentina.

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