3 de julio de 2008

Nostalgias y un tango para armar

 

Queridos amigos, estoy en la difícil tarea de armar un tango y para esto cuento con algunos recursos, con varios ingredientes: La nostalgia, la carta de un lector, los párrafos de geniales creadores, escritores y poetas, la tierra donde viví por nacimiento y formación, la tierra donde vivo ahora por elección, el pasado, el presente, el futuro, un tango argentino, un tango en Israel y el estar tan lejos y tan cerca, "¿Tan lejos de dónde?"

La nostalgia (del griego clásico νόστος "regreso" y λγος "dolor") describe un anhelo del pasado, a menudo idealizado y poco realista. Wikipedia.

Miguel dijo...

Estimado Dr. Guido Maisuls:

Entiendo lo que usted siente ante esta circunstancia de la vida que experimenta. Tantas vivencias que usted ha tenido en su país natal, tantos años sufridos y disfrutados en la piel y en el alma no debe ser fácil haberlo dejado atrás. Corríjame si me equivoco y no se moleste si le hago un pequeño comentario al respecto de lo que nos ha contado. ¿Acaso su "tango en Israel" suena como un canto de añoranza?

Sinceramente, me ha gustado mucho su "tango en Israel".
Un cordial saludo desde España.

¡Es mi nostalgia infinita de otras latitudes lo que hace que mi corazón se estremezca de alegría por haber nacido aquí donde he nacido! Jens August Schade

Dijo Eliahu Toker en Saga judia:
--Es algo que tendrían que explicarte mis entrañas.

Aquí soy un judío que suspira por su tierra
y en Israel voy a volverme 
un argentino enfermo de nostalgia
pendiente de lo que suceda en Buenos Aires.
Argentina e Israel son dos amores entre los que me debato.
Claro que hay mucho por hacer aquí, como argentino,
y están el idioma, las calles, la gente, los amigos,
pero hay un Israel viviente que me llama
y una Jerusalén con la que tengo
fijada una cita desde hace siglos...

La nostalgia de mi pago me pone triste el acento. Viene de allá, campo afuera, y se me va pecho adentro. Juan Cunha.

Dijo Ben Molar:

Hay una placa en Teatro Blanca Podestá, en Corrientes al 1200, que recuerda ese momento. Estaba en una esquina que frecuentábamos todas las noches, Corrientes y Talcahuano, donde estaba la confitería "La Real", donde todo el mundo artístico de alto nivel tomaba el te o café. Una noche vi salir a dos personajes mitológicos de Buenos Aires, hasta la vereda de enfrente. Uno de ellos le presentó a otro en el interior del teatro que antes se llamaba Smart. Esto me lo confirmó el poeta César Tiempo, años más tarde. El cruzó la calle con Gardel, y en el hall del teatro estaba Federico García Lorca y se abrazaron. Por eso esa placa dice "En el hall de este teatro se abrazaron Carlos Gardel con Federico García Lorca, llevados de la mano del poeta César Tiempo. Testigo presencial: Ben Molar". Perdóname porque esto parece compadreada, pero es que no pude tocarle la mano o chamuyar con él.

La ausencia es un ingrediente que le devuelve al amor el gusto que la costumbre le hizo perder. Amado Nervo

Dijo Jorge Luís Borges

Diríase que sin atardeceres y noches de Buenos Aires no puede hacerse un tango y que en el cielo nos espera a los argentinos la idea platónica del tango, su forma universal (esa forma que apenas deletrean La Tablada o El Choclo), y que esa especie venturosa tiene, aunque humilde, su lugar en el universo.

Recordar es fácil para el que tiene memoria. Olvidarse es difícil para quien tiene corazón. Gabriel García Márquez.

Dijo en su libro Tango judío, el periodista Julio Nudler. Tan lejos y tan cerca.

El temperamento artísticamente ambicioso del pianista Gustavo Beytelmann, nacido en 1945 y emigrado a Francia en 1976, no se conformaba con ser alguien que escribe bien la música de tango. Debía llegar a ser un virtuoso de la concepción del tango. ¿En qué medida lo logró, cuánto le queda por andar? Al respecto recuerda aquella historia de los dos judíos que se encuentran en el Himalaya, y Samuel le dice a David: "¡Qué extraordinario habernos encontrado tan lejos!", y David le pregunta: "¿Tan lejos de dónde?".

 

Un tango en Israel

 

Letra: Guido Maisuls.

Música: ………………

Compuesto en 2005.

 

Nací en el país donde el tango me acunaba con adiós muchachos y yira yira, mientras mi padre cada noche escuchaba a Marianito Mores y a Julio Sosa en aquella vieja radio gris.

 

Crecí en el hogar donde se juntaban las melodías del arrabal y la cumparsita con el a visale mazl y el dulce y añorado idish que brotaban de las bocas de mis queridos abuelos rusos ashkenazis.

 

Compartí una mesa donde se mezclaban el vino tinto con los vareniques, el mate amargo con el leicaj de miel y porque no el churrasco con los knishes de mi bien dispuesta idishe mame.

 

Aprendí de mis mayores que en la vida hay que ser un hombre derecho y valiente, que hay que ponerle el pecho a la vida pero también hay que estudiar una carrera y ser un idishe mench .

 

Jugué al fulbo en un potrero, a la payanca en la vereda y al dreidl en el shil. Leí Billiken, Corto Maltes y Rico Tipo junto a las Historias de mi Pueblo y El Estado Judío de Teodoro Herzl.

 

Festeje con sidra y pan dulce el Año Nuevo, con asado y empanadas el 25 de Mayo pero en Rosh Hashana era manzana y miel y en Pesaj el vishnik de mi bobe Sara y su rico guefilte fish.

 

Me emocionaba la marchita de San Lorenzo los 9 de julio y el HaTikva me hacia lagrimear en los Iom Hatzmaut y se me confundían los alegres Purim con el loco y sensual Carnaval.

 

Me despertaba mucha pasión mi equipo de Boca Juniors, la cupe Ford de Juancito Galvez y la voz de oro del morocho Gardel pero también los jalutzim y el ejército de defensa de Eretz Israel.

 

Se mezclaban en mi fantasía las imágenes de los gauchos del Martin Fierro, los malevos del noveciento y los rebes, cuenteniks y linyeras de los cuentos de la lejana Rusia de mi abuelo José.

 

Aunque en mi alma sigan prendidos adiós pampa mía y anclao en París, los domingos se me volvieron lunes, del asado al shawarma y al falafel y mi hermoso castellano se trocó en un naciente y difícil Ibrit.

 

Hoy que vivo en Israel, mi Argentina esta tan lejos, ya no me siento en un doble país, estoy en la tierra de mis ancestros y mi querido tango argentino continuara siendo Un tango en Israel.

 

Tango argentino.

 

Letra de Alfredo Bigeschi
Música de Juan Maglio (Pacho)
Compuesto en 1929

 

Es hijo malevo tristón y sentido,

nació en la miseria del viejo arrabal.

Su primer amigo fue un hombre temido...

Su novia primera vistió de percal...

 

Recibió el bautismo en una cortada

y fue su padrino un hombre de acción.

Se ganó el cariño de la muchachada,

que en una quebrada le dio el corazón.

 

Tango argentino,

sos el himno del suburbio,

y en jaranas o disturbios

siempre supiste triunfar.

 

Y allá en los patios

que a querosén alumbraron,

los de ayer te proclamaron

el alma del arrabal.

 

De tus tiempos aún palpitan

El choclo, Pelele, Pampa y Cabure,

La morocha, El Marne y... La cumparsita

aquel Entrerriano, y el Sábado inglés...

 

Bebiendo distancias por viejos caminos,

detrás de los mares anclaste triunfal.

Y con tu presencia de tango argentino,

sembraste motivos del viejo arrabal.

 

 

A veces uno se encuentra tan cerca pero también tan lejos.

Tan cerca y tan lejos. ¿De donde?

¡Te amo profunda e intensamente, Israel y te extraño tanto, Argentina!

 

1 comentario:

Anónimo dijo...

esta hermosa esta pagina
me encanto lo de la rosa azul¡¡¡¡¡