17 de mayo de 2012

El futuro de Israel



Como desatar un nudo gordiano






Cuenta una antigua leyenda que en tiempos muy remotos existía un nudo que nadie había logrado desatar. Era un nudo tan complicado que no se sabia cuando comenzaba y donde terminaba. Alguien había profetizado que aquél que fuera capaz de desatarlo llegaría a ser el rey del mundo de aquel entonces.

Cuando Alejandro Magno se proponía conquistar el Imperio Persa, en el 333 antes de la era común, se enfrentó al difícil reto de desatar ese nudo gordiano y lo hizo cortándolo con su espada. Al darse cuenta de su acción exclamó: "Da lo mismo cortarlo que desatarlo". Así Alejandro concluía la conquista de Oriente y se transformaba en el emperador que gobernaba todo el mundo civilizado de aquella época.

Aunque el problema sea de difícil solución, "complicado como un nudo gordiano" sólo admite acciones creativas e ingeniosas, desatándolo de alguna manera y si es necesario, cortándolo como lo hizo Alejandro.

La conformación de un Gobierno de Unidad en Israel con la incorporación de Kadima a la coalición gobernante le  otorga una base muy amplia al gobierno de Netanyahu y una fortaleza fuera de lo común frente al gran desafío de enfrentar a la amenaza nuclear iraní.

Mientras el mundo occidental esta inmerso en el tembladeral de una grave crisis económica recesiva, miran con tremendo recelo una posible decisión israelí en el plano militar que podría disparar el precio internacional del petróleo con todas las temibles  e imprevisibles consecuencias económicas que desequilibrarían  aun mas sus maltrechas finanzas y en consecuencia  intentan buscar un burdo atajo: las inútiles negociaciones nucleares con Irán.

El gobierno de unidad, conformado por el Primer Ministro Netanyahu y el Presidente de Kadima, Shaul Mofaz, fortalece decididamente la posición israelí en el complejo y peligroso tablero de ajedrez del medio oriente y les envía un mensaje muy claro y conciso a sus aliados norteamericanos y de la comunidad europea de que la seguridad estratégica de Israel no es negociable en ningún sentido posible.

Si se toma la dramática y vital decisión de enfrentar a Irán por el elemental y natural derecho a defenderse, la existencia de un amplio y sólido gobierno de unidad nacional fortalece la indiscutible representatividad de la mayoría del pueblo israelí en la responsabilidad nacional de  optar por desatar o de cortar este dramático nudo gordiano.

Este amplio y representativo gobierno de unidad también es un claro mensaje y una severa advertencia de Israel hacia el gobierno clerical de Irán y a todos sus aliados del terrorismo internacional de que se están enfrentando a un hueso muy duro de roer y que cualquier acción contra su territorio y sus ciudadanos será irreversiblemente respondido con rigor.

Una severa advertencia de Israel a la amenazante presencia de las organizaciones terroristas como Hamás y Hezbolah patrocinados por Irán, que intimidan a la dirigencia árabe moderada con el inevitable fortalecimiento del Islam radical en lugares como Egipto, Jordania y Arabia Saudita.

Una contundente presencia hacia una Franja de Gaza donde todo continúa igual, donde los cambios no existen y ni siquiera son ficticios, con su población cada vez mas alienada, paupérrima y hambrienta que nunca, gobernada por las mismas bandas de facinerosos y mantenida eternamente por la asistencia para los refugiados de la ONU, por donaciones humanitarias directas de Gobiernos de Europa y del Golfo y por el aporte económico, militar e ideológico y ya no tan solapado de los clérigos iraníes.

Una clara respuesta hacia una frontera entre Egipto y Gaza a través de la cual el gobierno egipcio actual ya ni intenta frenar el contrabando de armas desde el Sinaí hacia la franja, una península pasible de convertirse hoy en la pesadilla tan temida de caer en poder de un régimen simpatizante de Hamás.

Una firme presencia hacia el genocida régimen sirio que asesina impunemente a sus propios ciudadanos frente a la gélida indiferencia mundial y que da vía libre a una Hezbolláh para que se apodere del gobierno libanés y cree un nuevo y creciente foco de inestabilidad e inseguridad en la frontera norte de Israel, ahora si peligrosamente pegada al Irán nuclear de Mahmud Ahmadinejad.

Una importante advertencia hacia el Islam radical de los manifestantes del Cairo y una potente señal de alerta hacia uno de los principales referentes del Islam radical egipcio, los Hermanos Musulmanes que se están preparando activamente para acceder al poder.

Una clara respuesta hacia un escenario probable pronosticado por los especialistas en medio oriente que es la rápida islamización de Egipto y de varios estados de la región y no de una esperanzada apertura hacia la democratización y modernización de estas sociedades.

Una herramienta válida luego de la caída de Mubarak y el debilitamiento del régimen tambaleante de Jordania, ante la precaria situación israelí de no tener países aliados estratégicos con quien dialogar en este Oriente Medio.

Una señal de alerta ante la tímida intervención occidental en Afganistán liderada por la Administración Obama que se encamina al rotundo fracaso pues los talibanes se fortalecen cada vez más y de no mediar un cambio muy rápido de estrategia, este Islam radical dominaría ampliamente toda esa región asiática.

Un llamado a las conciencias de las multitudes que siguen ocupando las calles  de las grandes capitales árabes que desgraciadamente están expuestos a ser miserablemente manipulados por el Islam radical y destinados a ser dóciles súbditos de medievales republiquetas islámicas como ya ocurrió con Irán.

Una lógica respuesta a la cruel realidad que no logramos vivenciar con esa plácida ilusión de una paz lejana y casi irrealizable aunque seamos personas profundamente optimistas aunque nuestros sentidos e intelectos nos induzcan a definirnos como unos irremediables pesimistas.

Un llamado a la reflexión de mundo civilizado que vive engañado y desea continuar siéndolo, que se enoja seriamente si le decimos la verdad porque esta le impide vivir en esa fantasía de lo “políticamente correcto y progresista”.

Israel sueña con la paz pero no aceptará jamás ni siquiera por cuestiones de índole lógica y natural, la paz de los cementerios.

Sabemos que el ideal de vivir en un estado de paz no puede costarle a Israel su existencia, y ante la posibilidad casi real de una única opción posible de confrontación violenta no posee otra alternativa que una sola decisión obligada.

El futuro de Israel solo admite acciones creativas e ingeniosas pues al nudo gordiano se lo resuelve solo desatándolo de cualquier manera y si es necesario cortándolo como lo hizo Alejandro.


 "Da lo mismo cortarlo que desatarlo". Alejandro Magno.



Dr. Guido Maisuls
Buenos Aires, Argentina.


"En una época de engaño universal, decir la verdad es un acto revolucionario"
George Orwell.

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