Observando la realidad política argentina en los medios periodísticos de
mi país, he estado escuchando insistentemente a diversos comentaristas
mediáticos sobre los supuestos cambios favorables que han ocurrido últimamente
en la República Islámica de Irán y sobre todo el acentuado optimismo sobre un
posible acuerdo nuclear entre el “nuevo”
régimen teocrático con las potencias occidentales.
Por todo esto, hoy quiero contarles mis impresiones personales sobre
Irán, un país con un régimen sancionado por la ONU, la Unión Europea, los
Estados Unidos y otros países a causa de su programa nuclear sospechado de ser utilizado con fines militares.
El 14 de junio de 2014 el candidato reformista
Hasán Rohani se convertía en presidente de Irán sorpresivamente tras ganar las
elecciones por más del 50 por ciento de los votos y este promocionado triunfo
produjo vientos de esperanza tanto dentro como fuera de Irán.
Yo escribía hace
algún tiempo: Histórico diálogo entre los presidentes de EE.UU. e Irán, si
señoras y señores, Obama y Rohani hablaron por teléfono en su primer contacto
entre los líderes de las dos naciones desde la revolución de los ayatollahs de
1979.
El acercamiento
entre Estados Unidos e Irán es ya una realidad, lo anunció Obama con solemnidad
desde la sala de prensa de la Casa Blanca y lo confirmó el líder iraní por un
cable de la agencia estatal de noticias de Teherán. En un rapto de optimismo
luego de hablar con Rouhani pues Obama cree que Washington y Teherán podrán
alcanzar una solución integral sobre el programa nuclear iraní.
En una explosión de este lapsus
ilusorio ya estaríamos en condiciones de anunciar que Obama justificará
plenamente su premio Nobel de la Paz y Rohani se consolidará supuestamente como
el líder más aperturista y pacifista de Irán.
Si se firma un acuerdo entre Teherán y el Grupo 5+1
(Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia y China, más Alemania) Obama cree
que será uno de los logros diplomáticos más importante de su gestión.
La aparición del Estado Islámico (EI) estableciendo
un califato entre Siria e Irak con la sharia (ley islámica) como
estandarte, ha obligado Obama a cambiar
sus planes en el Medio Oriente, luego de haberse retirado de Irak en 2011.
En estos días el líder
supremo iraní, Alí Khamenei, respondió al presidente de Estados Unidos,
Barack Obama a causa de una carta recibida y en la que Obama le pedía
colaboración en la lucha contra los terroristas del ISIS cuando Irán selle el
acuerdo nuclear que negocia con el G5+1 (China, Rusia, EEUU, Alemania, Francia
y el Reino Unido). La respuesta no se hizo esperar y entrelineas le dio a
entender que no se comprometía a combatir al grupo yihadista Estado Islámico
(ISIS) una vez alcanzado el acuerdo nuclear a partir del próximo 1 de julio de
2015.
Mientras tanto muchos miles de manifestantes conmemoraron
en la plaza Azadi de Teherán el 36° aniversario de la victoria de la Revolución
Islámica que produjo la caída del último sha de Persia, Mohamed Reza Pahlevi.
Llevaban imágenes del actual líder
Supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei y de su predecesor, el ayatolá
Ruhollah Jomeini. Sin sorpresas, en las pancartas se leían mensajes como “Muerte a EE.UU”, “Muerte a Israel” y
“Muerte a EE.UU. Muerte a Israel. Alá es grande”.
El iraní Ahmed
Sabatgold (nexo entre Hugo Chávez y Mahmoud Ahmadinejad cuando este
último visitó Venezuela) fue protagonista destacado en la República Oriental
del Uruguay. A principios de este año, los bomberos evacuaron las oficinas de la embajada de Israel en Montevideo al
encontrarse un paquete
sospechoso en las inmediaciones que resultó ser un explosivo con su respectivo detonante. Cuando las autoridades
uruguayas sospecharon por las pruebas que le presentó la embajada de Israel, el
escurridizo Ahmed Sabatgold ya se había
fugado de Montevideo con rumbo desconocido.
La Justicia Argentina ha acusado formalmente a Irán y a
la milicia chiíta Hezbollah y ha solicitado la captura de Ahmad Vahidi, junto
con otros cuatro jerarcas iraníes a quienes se acusa de decidir, planificar y
organizar el atentado de AMIA, el 18 de julio de 1994 cuando un suicida de
Hezbollah ejecutó la trágica catástrofe.
El gobierno de Irán rechazó sistemáticamente estas
acusaciones y las evidencias siguen responsabilizando al Gobierno de Irán por
el ataque, pero la causa judicial está prácticamente estancada, sin detenidos
ni acusados…. dieciocho años después….
En el plano interno, el
régimen iraní durante los 36 años que lleva en el poder ha ejecutado a unos
120.000 iraníes incluyendo a mujeres
por relaciones sexuales fuera del matrimonio y a diversos opositores al régimen
islámico.
Irán es uno de los pocos países donde los
actos homosexuales son castigados con la pena de muerte. Más de 4.000 gays y
lesbianas han sido ejecutados en Irán desde el comienzo de la revolución
islámica de 1979 y en los últimos 12 meses murieron en la horca nada menos que
800 personas por la misma acusación.
Y mientras tanto continúa con su consecuente política negacionista frente
al holocausto judío durante el nazismo
esta vez haciendo una segunda competencia de caricaturas que nieguen el
Holocausto que serán exhibidos en el Museo Palestino de Arte Contemporáneo de
Teherán.
Entonces, ¿Qué ha cambiado en Irán?,
En Irán no ha cambiado absolutamente nada, solo existe en
algunos incautos una insólita necesidad de creer en espejismos donde ciertos
objetos lejanos aparecen reflejados en una estúpida fantasía sin ningún asidero
en la realidad.
Dr. Guido Maisuls
www.identidades.com.ar
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