13 de febrero de 2015

Un asado en Israel


A las pocas semanas de hacer Aliah a nuestra Tierra de Israel y por causa de las frecuentes y familiares charlas con los habitantes de Kiriat Bialik de origen argentino y uruguayo, nos enteramos de que aquí se practicaba esa vieja costumbre sudamericana de hacer asados en lugares naturales, bajo la sombra de frondosos árboles, que protegían del ardiente sol del medio oriente.

Una esplendorosa mañana de octubre del 2002, nos encontró a nosotros, una típica familia de argentinos recién llegados al país en un lugar que denominaban: el campito. Ubicado en los límites de la ciudad con los sembrados campos kibutzianos, bajo enormes y verdes eucaliptos, se repetía el popular rito del asadito a las brazas.

Nos encontramos con numerosos grupos familiares y de amigos, distribuidos en mesas y bancos ubicados ordenadamente en este extenso predio y en cada lugar se elevaban al cielo sugestivas columnas de humo provenientes del carbón encendido en parrillas portátiles, ubicadas al costado o sobre las mismas mesadas. 

Lo curioso era que muchos hacían el asado a la llama del fuego y no a las brasas como acostumbrábamos nosotros y entonces tuvimos el gusto de conocer el desconocido bazar a la esh o carne al fuego, un manjar hecho en menos de 30 minutos, carbonizado por fuera y rojo sangriento por dentro.

En muchas mesas se escuchaba el idioma ruso y se acompañaba las carnes asadas al brochette saboreado con abundante vodka, en otros se sentían conversaciones en hebreo mientras comían albóndigas de carne asadas o kababim, brochetas de carne o shishlik y alitas de pollo con hummus y tjina regados con vinos del Golán o del Carmel.

Y no faltaban por supuesto, los grupos latinos que parloteaban un musical español con acentos porteños, tucumanos, cordobeses y uruguayos pero sobre todo dedicados pasionalmente a nuestras tradicionales tiras de asado, a nuestros inolvidables choripanes, a la archiconocida ensalada mixta y a la infaltable Coca Cola קוקה קולה israeli.

Pasaron lo años pero puedo asegurarte que aun hoy, continúo saboreando ese asado en Israel.


Guido Maisuls
Escritor y periodista.

1 comentario:

horhe1 dijo...

a casi 15 años de portar ciudadania Israelí adquirí un GPS muy particular...saber donde comprar a lo (poco) largo y (y nada) ancho del territorio de Israel cortes de carne ´´a la argentina´´ chorizos morcillas ,mollejas y alguna que otra de esas exquisiteces.Lo que no se encuentra es un buen carbon...parece mentira!