*Gentil. (Del lat. gentīlis). adj. Entre los judíos, se dice de la persona o comunidad que profesa otra religión.
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA
Mis Cartas desde Israel siempre pretendieron ser una herramienta para que el mundo se entere de lo que nos ocurre aquí, en este pedacito tan pequeño de globo terráqueo que nos fue asignado para ser nuestra patria pero que fue y seguirá siendo: la cuna de las tres religiones monoteístas mas importantes y el origen de las principales civilizaciones.
Mi idea original, fue informar y esclarecer sobre nuestro acontecer a todos mis hermanos de habla hispana del mundo entero. Seguramente y a pesar de la gran confusión reinante en un mundo aparentemente muy comunicado pero muy mal informado, mis cartas pretendieron llegar a mis hermanos judíos de una manera natural y espontánea pero mi intención siempre fue también llegar a mis hermanos gentiles, con los que tuve la suerte de compartir extraordinarias vivencias de vida tanto en mi Argentina natal como curiosamente también aquí en Israel.
Para mi alegría y satisfacción en estos días me estoy enterando que todos estos objetivos se están cumpliendo, debido a las respuestas gratas y solidarias, del enorme porcentaje de suscriptos y lectores de todo los continentes que me responden desde su condición de no judíos que no solo comprenden sino hasta se comprometen a aportar para un Medio Oriente mas humano, mas pacifico y mas justo, conviviendo en armonía con lo que muchos llaman con justicia: Israel, el país de los Judíos.
Así es que recibo mensajes de nuevos amigos del mundo, palabras que me emocionan y sorprenden, a pesar de vivir a miles y miles de kilómetros de distancia de Israel y en sociedades con sus problemáticas completamente diferentes, comprenden, sienten y comparten nuestros dramas y vivencias con tanta claridad, con tanta naturalidad como si fuesen universales.
Esto me retrotrae a las épocas de mis amigos gentiles en mi infancia con los que compartimos juegos, alegrías y el descubrimiento de un mundo nuevo; a mis compañeros gentiles de mis años adolescentes con muchos sueños, emociones y nuevas inquietudes juveniles; a mis hermanos de la Universidad con los que proyectábamos la reconstrucción de una humanidad diferente, idealista y mas perfecta: el hombre nuevo; amigos de trabajo y de las experiencias de la vida adulta en Argentina y un recuerdo emocionado y agradecido para mi noble y generoso amigo árabe israelí que tuvo la generosidad y la paciencia de enseñarme el hebreo técnico de laboratorio en mis primeros pasos laborales en Israel.
Todos estos hermanos gentiles hoy están sintetizados en seres humanos ejemplares, en todos aquellos que tienen un alma grande y abierta para poder compartir, comprender, solidarizarse y también disentir con mis Cartas desde Israel.
En estos momentos me vienen a la memoria, nombres como Emile Zola, Raoul Wallemberg, Oskar Shindler, Irena Sendler, Pedro Gómez-Valadés, Cristianos Evangélicos por Israel y a tantos otros ejemplos que nos demostraron y nos demuestran que el ser humano tiene capacidad de estar por encima de las diferencias sociales y culturales, de las razas, de las religiones y de las ideologías y que por eso la humanidad puede aspirar a un futuro digno de ser vivido. Vaya mi más sentido homenaje hacia ellos.
Hacia Emile Zola, un escritor francés que toma partido desde el diario Le Fígaro, convencido de la inocencia del Capitán Alfred Dreyfus de ascendencia judía y victima de una falsa acusación de traición a la patria; se enfrenta a la opinión pública y el diario le cierra sus puertas. Zola dirige una carta abierta al presidente Faure publicada desde el diario L´Aurore el 13 de enero de 1898 bajo el título de J´Acusse (Yo Acuso). Esta emblemática y valiente intervención de Emile Zola, potencia el esclarecimiento del caso, permitiendo años después la liberación y la reivindicación del Capitán Dreyfus, una victima del creciente antisemitismo francés de aquella época.
Hacia Raoul Wallenberg, un diplomático sueco que en las últimas etapas de la Segunda Guerra Mundial, trabajó incansablemente y corrió grandes riesgos para salvar a alrededor de 100.000 judíos húngaros del Holocausto. "No tengo otra opción. He aceptado esta tarea y nunca podría regresar a Estocolmo sin el conocimiento de que he hecho todo lo humanamente posible para salvar la mayor cantidad de judíos."
Hacia Oskar Schindler, un industrial y hombre de negocios alemán que salvó a unos 1200 judíos polacos del Holocausto Nazi, contratándolos para su fábrica de artículos para la Wehrmacht situada en la actual Polonia. Schindler, gracias a su habilidad, pudo proteger a los judíos de su fábrica y salvarlos de morir en los campos de exterminio.
Hacia Irena Sendler, una enfermera polaca que durante la segunda Guerra Mundial, salvó a más de dos mil quinientos niños judíos arriesgando seriamente su vida. "La razón por la cual rescaté a los niños tiene su origen en mi hogar, en mi infancia. Fui educada en la creencia de que una persona necesitada debe ser ayudada de corazón, sin mirar su religión o su nacionalidad".
Hacia Pedro Gómez-Valadés, un militante vigués del Bloque Nacionalista Gallego-BNG, que acaba de ser expulsado de ese partido por presidir la Asociación de Amistad Galicia-Israel/AGAI, que promueve la amistad entre gallegos e israelíes. Su expulsión se produce, efectivamente, apenas unos meses después de que el BNG impidiese una moción de condena del Holocausto en el Parlamento gallego, bajo el pretexto de que antes habría que repudiar los abusos y arbitrariedades a las que el Gobierno de Israel somete a los palestinos.
Hacia los Cristianos Evangélicos por Israel. La Amistad Internacional de judíos y cristianos anunció la colecta de 20 millones de dólares para la inmigración judía a Israel, especialmente preocupada por los acontecimientos de antisemitismo en el mundo. Cristianos por Israel, tiene programas por valor de 2.8 millones de dólares ayudando a más de 80 comunidades en Israel y llegando a triplicar en algunos casos las subvenciones del Ministerio de Asuntos Sociales.
Además de estos claros ejemplos de solidaridad humana quedan involuntariamente fuera de mi memoria, miles y miles de experiencias similares, que aportan una gran semilla de esperanza para un mundo más justo y más humano, que inexorablemente debemos construir entre todos.
Dr. Guido Maisuls
Kiriat Bialik, Israel.
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