14 de marzo de 2008

Un Tango en Israel

 

Un tango en Israel

 

Nací en el país donde el tango me acunaba con adiós muchachos y yira yira, mientras mi padre cada noche escuchaba a Marianito Mores y a Julio Sosa en aquella vieja radio gris.

Crecí en el hogar donde se juntaban las melodías del arrabal y la cumparsita con el a visale mazl y el dulce y añorado idish que brotaban de las bocas de mis queridos abuelos rusos ashkenazis.


Compartí una mesa donde se mezclaban el vino tinto con los vareniques, el mate amargo con el leicaj de miel y porque no el churrasco con los knishes de mi bien dispuesta idishe mame.


Aprendí de mis mayores que en la vida hay que ser un hombre derecho y valiente, que hay que ponerle el pecho a la vida pero también hay que estudiar una carrera y ser un idishe mench .


Jugué al fulbo en un potrero, a la payanca en la vereda y al dreidl en el shil. Leí Billiken, Corto Maltes y Rico Tipo junto a las Historias de mi Pueblo y El Estado Judío de Teodoro Herzl.

Festeje con sidra y pan dulce el Año Nuevo, con asado y empanadas el 25 de Mayo pero en Rosh Hashana era manzana y miel y en Pesaj el vishnik de mi bobe Sara y su rico guefilte fish.


Me emocionaba la marchita de San Lorenzo los 9 de julio y el HaTikva me hacia lagrimear en los Iom Hatzmaut y se me confundían los alegres Purim con el loco y sensual Carnaval.


Me despertaba mucha pasión mi equipo de Boca Juniors, la cupe Ford de Juancito Galvez y la voz de oro del morocho Gardel pero también los jalutzim y el ejercito de defensa de Eretz Israel.


Se mezclaban en mi fantasía las imágenes de los gauchos del Martin Fierro, los malevos del noveciento y los rebes, cuenteniks y linyeras de los cuentos de la lejana Rusia de mi abuelo José.

Aunque en mi alma sigan prendidos adiós pampa mía y anclao en París, los domingos se me volvieron lunes, del asado al shawarma y al falafel y mi hermoso castellano se trocó en un naciente y difícil Ibrit.

Hoy que vivo en Israel, mi Argentina esta muy lejos, ya no me siento en un doble país, estoy en la tierra de mis ancestros y mi querido tango argentino continuara siendo Un tango en Israel.

 
Guido Maisuls
 

2 comentarios:

Rosa Ulloque dijo...

Me gustaría recibir información sobre
noticias de interés general, soy docente y todas las novedades interesantes que pueda incluir en mis clases serán bien recibidas para mi formación y la de mis alumnos.

Anónimo dijo...

Estimado Dr Guido Maisuls:
Entiendo lo que usted siente ante esta cirscunstancia de la vida que experimenta. Tantas vivencias que usted ha tenido en su país natal, tantos años sufridos y disfrutados en la piel y en el alma no debe ser fácil haberlo dejado atrás. Corríjame si me equivoco y no se moleste si le hago un pequeño comentario al respecto de lo que nos ha contado. ¿Acaso su "tango en Israel" suena como un canto de añoranza?
A pesar de que comenta que no se siente en un doble país, uno siempre añorará esos tiempos vividos que deja atrás. Mi experiencia dista de ser ni siquiera parecida a la suya, pero el sentimiento no es diferente. Una canción en un momento justo y el lugar apropiado puede ser como una flecha que traspasa nuestro corazón, derrumbando nuestro frágil castillo de sentimientos levantados en precario porque "hay que seguir mirando hacia delante".
Hace mucho tiempo de ésto pero aún se me eriza el vello recordándolo.
Sinceramente, me ha gustado mucho su "tango en Israel".

Un cordial saludo desde España.