1 de febrero de 2009

A la Comunidad Judía de Venezuela

 

El sacrilegio cometido por sus bandas armadas contra la Sinagoga de Caracas pone la guinda sobre la pestilente torta de su castro fascismo. Pero se equivocan quienes le temen: esos desmanes son los estertores de un régimen que boquea y comienza a entrar en la agonía. Chávez perdió el tren de la historia. Sus gritos y obscenidades son reclamos de paralítico. Le espera el abismo.

Antonio Sánchez García

Libertad.Plena@gmail.com


Desde fines del siglo XIX, América Latina se convirtió en un lugar de refugio y protección para miles y miles de judíos que emigraron de Europa y del resto del mundo; llegaron a estas tierras huyendo del antisemitismo, del holocausto, de las persecuciones raciales y religiosas y de los pogromos. Pero hoy, siglo XXI, en algunos países que los albergaron se manifiestan los primeros síntomas de una incipiente hostilidad desconocida hasta ahora.

 

Los impunes ataques contra la AMIA y la Embajada de Israel en Buenos Aires, la presencia de Hezbollah en el continente, las alianzas de Hugo Chávez y Evo Morales con el presidente iraní, las cruces svásticas otra vez en las calles y en las paredes de Sudamérica, el impacto de las últimas guerras de Israel con Hezbollah y Hamas, la radicalización de algunos sectores de las comunidades árabes locales son factores que aumentaron la sensación cotidiana de temor e inseguridad en Latinoamérica.

 
Pareciera ser que el factor impulsor de todos estos nuevos fenómenos es el surgimiento de lo que se conoce en el mundo como la Revolución Bolivariana de su Presidente Hugo Chávez Frías que quiere cambiar definitivamente las reglas de juego de Venezuela y de América Latina pero donde ustedes viven, miles de judíos venezolanos, no deben pasar por alto las consecuencias de estos acontecimientos que transcurren en vuestra propia sociedad y especialmente cuando se expresa un claro acento antisionista y por ende antisemita en este supuesto gran cambio social.

 
Es evidente que existe una relación directa entre el acrecentamiento del antisemitismo en la región con la influencia de su Presidente Hugo Chávez sobre América Latina y también la relación que construye Chávez con Irán, país que entrena y financia a la Hezbollah y al Hamas, que no duda en negar el Holocausto y manifestar que "Israel debe desaparecer del mapa". La revolución bolivariana y el fundamentalismo islámico están agitando las aguas de este mar embravecido por su peligrosa tendencia a exportarlo a todo el mundo. Se sostienen gracias a los desbordados precios internacionales del petróleo, su alianza se funda en la misma ideología fundamentalista, mesiánica, intolerante y antidemocrática. Esto desgraciadamente influirá sobre el presente y futuro de Ustedes y de todos los judíos de Latinoamérica, que también sienten lo que es vivir bajo un clima de hostilidad.

 
Por supuesto que las payasadas de Chávez y sus temerarias propuestas a los estados que apoyan el terrorismo tienen un impacto que trasciende las fronteras de Venezuela. Chávez odia e injuria a occidente pero sobre todo a Estados Unidos y a Israel, crea una alianza populista latinoamericana junto a Cuba, Bolivia, Ecuador y Nicaragua; intenta comprar con petrodólares a la Argentina de los Kirchner, se asocia con Ahmadinejad y se acerca a Siria; a veces declama calumnias anti-judías y de vez en cuando insiste que no es antisemita y ama a sus judíos venezolanos.

 
Chávez desea separar a los judíos venezolanos de Israel pero se dará cuenta con el tiempo de que esto es algo imposible, en otros lugares otros lo han intentado y fracasaron; ustedes los judíos de Venezuela han demostrado siempre la inquebrantable lealtad a Israel, tanto en las palabras como en los hechos.

 
Seguramente a Ustedes y a los demás venezolanos querrán marginarlos, acallarlos y esconderlos de los medios de comunicación y del mundo y si no lo lograran buscaran descalificarlos con las etiquetas de golpistas, traidores, reaccionarios, capitalistas y sionistas.

 
Creo decididamente de que Ustedes no poseen otra opción que luchar, que defender con alma y vida a esa sociedad pluralista, tolerante y democrática que construyeron codo a codo con el resto de los ciudadanos venezolanos, no pueden permitir que se las arrebate un líder populista, delirante y mesiánico que ha logrado aglutinar detrás de si a los sectores mas retrógrados, resentidos y marginales que existen en todas las sociedades.


También creo que Ustedes disponen de variadas y excelentes armas para resistir a que los sometan a esta involución retrograda. Aunque quieran amordazarlos, acallarlos,  Uds. disponen como excelentes armas los mas avanzados medios de comunicación, además de las tradicionales, tecnologías de ultima generación como las de Internet, donde en cuestión de segundos se están conectando en sonido e imagen con el mundo y con la opinión publica de los países con sociedades mas libres y abiertas.

 
Usted poseen armas naturales como la verdad, la razón, el sentido común, la voluntad y de toda una Sociedad Venezolana que no se van a doblegar ante la mentira, la irracionalidad y las incongruencias de este grotesco tirano de turno.

 
Y el recurso mas importante es que no están solos, somos muchos los que los acompañamos y los apoyamos, con los mas variados medios de que podamos disponer y sobre todo con un fuerte convencimiento de que sus luchas son nuestras luchas y hablo del Estado de Israel y también de las Comunidades Judías de América y del Mundo, de las Dirigencias, de las Instituciones, de la gente común, de los jóvenes y de los viejos, de los hombres y de las mujeres, de gente de izquierda y gente de derecha, de religiosos y de laicos, porque la lucha de Ustedes es la nuestra, porque nos concierne y nos compromete porque nuestros futuros están íntimamente relacionados.

 

Dr. Guido Maisuls.

 

        

 

                                                                                                Caracas, 16 de Enero de 2009

ESTIMADOS AMIGOS MACABEOS:

Con mucha preocupación nos comunicamos con Uds. con el fin de hacer de su conocimiento la situación en la que se encuentra la Comunidad Judía de Venezuela. 

Históricamente el Pueblo venezolano ha acogido a todos sus inmigrantes de brazos abiertos sin expresión ninguna de xenofobia y hemos disfrutado de una coexistencia pacífica en todo momento.  La comunidad judía en Venezuela data de la época de Simon Bolívar.

El actual gobierno y anteriores en este país han expresado su solidaridad con la causa o el pueblo palestino pero nunca habían llegado al tono agresivo y peligrosamente incitador en contra de la comunidad judía que hemos experimentado durante los acontecimientos en Gaza que se iniciaron el 27 de Diciembre de 2008, a través de diversas manifestaciones de simpatizantes del gobierno a nivel nacional, con expresiones netamente antisemitas, sin que el mismo las haya condenado o tratado de impedir, seguidas por la expulsión del Embajador de Israel, el personal diplomático y posterior rompimiento definitivo de relaciones diplomáticas con Israel.  

Adicionalmente vemos una campaña mediática muy bien orquestada en televisión, radio, prensa e Internet en los medios que pertenecen al gobierno, en la cual se ha llegado a cuestionar el derecho de Israel a existir incluyendo material tal como Los Protocolos de los Sabios de Sión. Un grupo de periodistas afectos al gobierno inclusive incitan a la población a boicotear a los comercios de judíos en este país.

Solicitamos a todas las comunidades judías amigas de Latinoamérica que condenen enérgicamente toda esta campaña en contra de nuestra comunidad en Venezuela y les pedimos que dentro de sus posibilidades ejerzan presiones dentro de sus gobiernos y la prensa nacional e internacional para que condenen estos actos antisemitas y racistas que abren un peligroso nuevo precedente en Latinoamérica.

Adjuntamos material que puede servirles de apoyo y les agradecemos de antemano todas sus gestiones y buenos oficios

 

                                                

                                                JAZAK VEEMATZ Y AM ISRAEL JAI

                                                                                                 

OSCAR JAROSLAVSKY                                                  ROBERT CROITORESCU

                   Secretario General                                                                   Presidente

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