* Gentil.
(Del lat. gentīlis).
adj. Entre los judíos, se dice de la persona o comunidad que profesa otra religión.
Mis Cartas desde Israel siempre pretendieron ser una herramienta para que, simplemente, el mundo se entere de lo que nos ocurre aquí, en este pedacito tan pequeño de globo terráqueo que nos fue asignado para ser nuestra patria pero que fue y seguirá siendo: la cuna de las tres religiones monoteístas mas importantes y el origen de las principales civilizaciones.
Mi idea original, fue informar y esclarecer sobre nuestros aconteceres a todos mis hermanos de habla hispana del mundo entero. Seguramente y a pesar de la gran confusión reinante en un mundo aparentemente muy comunicado pero mal informado, mis cartas pretendieron llegar a mis hermanos judíos de una manera natural y espontánea pero mi intención siempre fue también llegar a mis hermanos gentiles, con los que tuve la suerte de compartir extraordinarias vivencias de vida tanto en mi Argentina natal como increíblemente también aquí en Israel.
Para mi alegría y satisfacción en estos días me estoy enterando que todos estos objetivos se están cumpliendo, debido a las respuestas gratas y solidarias, del enorme porcentaje de suscriptos y lectores de todo los continentes que me responden desde su condición de no judíos que no solo comprenden sino hasta se comprometen a aportar para un Medio Oriente mas humano, mas pacifico y mas justo, conviviendo en armonía con lo que muchos llaman con justicia: Israel, el país de los Judíos.
Ayer recibí un mensaje de un nuevo amigo de Argentina, de Ricardo, sus palabras me emocionaron y me sorprendieron, a pesar de vivir a mas de 20.000 km de distancia de Israel y en una sociedad con sus problematicas completamente diferentes, comprende, siente y comparte nuestros dramas y vivencias con tanta claridad, con tanta naturalidad como si fuesen universales.
Esto me retrotrae a las épocas de mis amigos gentiles de mi infancia con los que compartimos juegos, alegrías y el descubrimiento de un mundo nuevo; a mis compañeros gentiles de mis años adolecentes con sueños, emociones y nuevas inquietudes juveniles; a mis hermanos de la Universidad con los que proyectabamos la reconstrucción de una humanidad diferente, idealista y mas perfecta: el hombre nuevo; amigos de trabajo y de las experiencias de la vida adulta en Argentina y un recuerdo emocionado y agradecido para mi noble y desinteresado amigo árabe israelí que tuvo la generosidad y la paciencia de enseñarme el hebreo técnico de laboratorio en mis primeros pasos laborales en Israel.
Todos estos hermanos gentiles hoy están sintetizados en Ricardo y en todos aquellos que tienen un alma grande y abierta para poder compartir, comprender, solidarizarse y también disentir con mis Cartas desde Israel.
Me tomo el atrevimiento de mostrar un párrafo que me envió mi nuevo amigo Ricardo, pues lo comparto profundamente:
Aunque no puedo participar de tus convicciones por mis raíces hispanas y de radicación en América, sí detesto todo aquello que atente contra el ser humano como persona, su destrucción, su ignorancia, su irrespeto, sin distinguir razas, credo o religiones, ni colores de piel.-
Te mando un cordial saludo de amigo.
Ricardo.
Mi mas sentido homenaje a Emile Zola, a Raoul Wallemberg, a Oskar Shindler y a tantos ejemplos que nos demostraron que el ser humano tiene capacidad de estar por encima de las diferencias sociales y culturales, de las razas, de las religiones y de las ideologias y que por eso la humanidad puede aspirar a un futuro digno de ser vivido.
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