1880 -1940
Zeev Jabotinsky nació en Odessa, que estaba en su cúspide como centro de la actividad judía y sionista; sin embargo, creció empapado más en la cultura rusa que en la judía. A los 18 años de edad se fue de Odessa, viajó a Suiza y posteriormente a Italia a estudiar derecho.
En Berna inició una carrera de escritor que no abandonaría en toda su vida. Los artículos de Jabotinsky eran tan populares, que en 1901 su periódico lo llamó de regreso a Odessa para integrar el equipo editorial. Bajo el impacto del pogrom de Kishinev en 1903, se vio inmerso rápidamente en las actividades de la autodefensa judía y en las actividades sionistas. Elegido como delegado al Sexto Congreso Sionista, Jabotinsky quedó profundamente impresionado por Herzl. Impresionado del fluente hebreo que escuchó hablar en el Congreso, Jabotinsky - que ya hablaba ruso, francés, inglés, alemán y varias lenguas eslavas - se abocó al estudio del hebreo, convirtiéndose en un exitoso orador y traductor.
Cobró fama como periodista profesional y publicista combatiente - pero por sobre todo, como un extraordinario y apasionado orador. Como tal, su tono y su mensaje infundían a las deliberaciones y aspiraciones sionistas un tono de urgencia, no siempre compartido por los otros líderes judíos.
Jabotinsky sostuvo la importancia del aprendizaje del hebreo, que consideraba un elemento central en la construcción de la nación. Si bien los sionistas socialistas estimulaban a los judíos a luchar por sus derechos civiles como judíos en sus países de origen, era escéptico respecto a esta emancipación, sosteniendo que la salvación para los judíos - tanto a nivel personal como en el de una entidad nacional - se realizaría únicamente en la Tierra de Israel.
Al estallar la Primera Guerra Mundial en 1914, junto con Josef Trumpeldor, llamó a la creación de una fuerza judía combatiente que se uniera a los Aliados para liberar Palestina del dominio otomano. Convenció al gobierno británico para que permitiera la formación de tres batallones judíos. Hombre de acción tanto como de palabra, Jabotinsky se convirtió en oficial del 38o. Regimiento de Fusileros del Rey, que combatió con el general Allenby en 1917 y fue condecorado por encabezar la primera compañía que cruzó el río Jordán hacia Palestina. Después de la guerra, Jabotinsky quiso mantener una unidad judía como defensa contra la creciente hostilidad árabe al sionismo, pero la unidad fue licenciada por los británicos.
Habiéndose establecido con su esposa y sus dos hijos en Palestina, Jabotinsky pasó a ser el editor del diario hebreo Hadoar. Durante los disturbios árabes en Jerusalem en 1920, organizó la defensa judía. Subsecuentemente, fue arrestado y sentenciado por una corte militar británica a 15 años de prisión por posesión ilegal de armas. Fue liberado algunos meses más tarde.
Vivió en Jerusalem entre 1927 y 1929. En 1930, mientras se encontraba en el exterior, la administración británica prohibió su regreso a Palestina cancelando su visa de retorno. Imposibilitado de volver a casa, desde entonces hasta su muerte, una década más tarde, Jabotinsky luchó por la causa sionista alrededor del mundo.
Seriamente alarmado por la subida al poder de Hitler en Alemania, Jabotinsky presionó en 1933 para que se realizara un boicot judío mundial contra Alemania, esperando quebrar a Alemania económicamente; pero los líderes judíos y sionistas se negaron a cooperar. Centró sus esfuerzos en la ayuda a los judíos para llegar a Palestina por todos los medios - legales o ilegales. Sintiendo que los judíos de Europa Oriental estaban en gran peligro, llamó, en 1936, a una "evacuación" de los judíos de Europa Oriental hacia Palestina para solucionar el problema judío.
Franco y cándido, Jabotinsky compareció ante la Comisión Real para Palestina en 1937 declarando que "la demanda por una mayoría judía no es nuestra aspiración máxima - es la mínima". Sosteniendo que muy pronto habría 3 a 4 millones de judíos europeos buscando un puerto seguro en Palestina. El y sus seguidores argüían que todo el territorio del Mandato original Británico sobre Palestina de 1920 - que comprendía toda la Tierra de Israel a ambos lados del río Jordán debía ser parte de la patria judía.
Cuando la Comisión Peel recomendó la partición de lo que quedaba de la Palestina Mandataria en dos estados, Jabotinsky se opuso al plan. Si bien el liderazgo sionista lo aceptó con reluctancia, considerando que un estado trunco era mejor que ningún estado, los árabes lo rechazaron.
Al empeorar las condiciones en Europa, empezó a apoyar la resistencia armada clandestina contra los británicos en Palestina, y en 1937 pasó a ser oficialmente el comandante del Etzel - la organización militar clandestina revisionista. Continuó centrándose en el rescate de los judíos de Europa por todos los medios disponibles, incluyendo algunos de los primeros intentos de evadir las restricciones de inmigración por medio de la llegada clandestina de inmigrantes por mar.
Sus planes para el futuro incluían la creación de un ejército judío que se formaría después de la Segunda Guerra Mundial.
Jabotinsky murió repentinamente a consecuencia de un ataque cardíaco, el 4 de agosto de 1940 mientras visitaba un campamento juvenil que operaba en Nueva York el movimiento juvenil revisionista - Betar.
Dejó un legado intelectual de miles de trabajos y documentos - correspondencia, discursos, artículos publicados, panfletos y libros - incluyendo un diccionario inconcluso de rima en hebreo, pero los únicos efectos personales que tenía sobre sí en el momento de su muerte eran U$S 4 y una pipa.
A lo largo de su vida, estaba convencido de que un estado judío era una necesidad histórica que habría de llegar. En sus escritos recordaba cómo, a la edad de seis años, había preguntado a su madre si "los judíos alguna vez tendrían un estado propio". Su madre le había contestado: "por supuesto, niño tonto".
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