20 de julio de 2007

Un año de impunidad




DOCUMENTACIÓN ORIENTE MEDIO Y NORTE DE ÁFRICA ORIENTE MEDIO

Índice AI: MDE 02/026/2006        14 de setiembre de 2006

AMNISTÍA INTERNACIONAL

COMUNICADO DE PRENSA


Israel/Líbano: Ataques deliberados de Hezbolá contra civiles israelíes
 


En sus ataques deliberados contra la población civil israelí durante el reciente conflicto, Hezbolá cometió graves violaciones del derecho internacional humanitario, según un informe hecho público hoy por Amnistía Internacional.

Los resultados de esta última investigación llevada a cabo por la organización, unidos a su publicación anterior sobre los ataques de Israel contra infraestructuras civiles libanesas, dejan clara la necesidad urgente de que la ONU inicie una investigación exhaustiva e imparcial sobre las violaciones cometidas por ambas partes durante el conflicto.

Durante el mes que duró el conflicto, Hezbolá disparó cerca de 4.000 cohetes contra el norte de Israel, causando la muerte de 43 civiles y heridas graves a 33 y obligando a miles de civiles a cobijarse en refugios o huir. Aproximadamente una cuarta parte de los cohetes se dispararon directamente contra zonas urbanas; entre ellos había cohetes que llevaban en su interior miles de rodamientos de metal.

En sus reuniones con Amnistía Internacional, Hezbolá alegó que sus ataques con cohetes contra el norte de Israel eran una represalia por los ataques israelíes contra la población civil de Líbano y tenían como finalidad detenerlos.

"La escala de los ataques de Hezbolá contra ciudades y pueblos israelíes, el carácter indiscriminado de las armas utilizadas, y las declaraciones de los dirigentes del grupo confirmando su intención de atacar a civiles dejan perfectamente claro que Hezbolá violó las leyes de la guerra", ha declarado Irene Khan, secretaria general de Amnistía Internacional.

"El hecho de que Israel haya cometido también violaciones graves no justifica las cometidas por Hezbolá. La población civil no debe pagar el precio de la conducta ilegítima de ninguna de las dos partes."

El informe, titulado En la línea de fuego: los ataques de Hezbolá contra el norte de Israel, se basa en la investigación llevada a cabo sobre el terreno por Amnistía Internacional en Israel y Líbano, en entrevistas con las víctimas, declaraciones oficiales y conversaciones con autoridades de los gobiernos de ambos países y altos dirigentes de Hezbolá.

El informe de Amnistía Internacional incluye datos que indican claramente que:

- Hezbolá disparó unos 900 cohetes Katyusha inherentemente inadecuados contra zonas urbanas del norte de Israel, en clara violación del principio de distinción establecido por el derecho internacional entre objetivos civiles y militares:
- Hezbolá utilizó cohetes Katyusha modificados que contenían rodamientos de metal destinados a causar el mayor número posible de muertes y lesiones; uno de esos cohetes mató a ocho trabajadores del ferrocarril;
- Hasan Nasrallah y otros altos dirigentes de Hezbolá declararon que el grupo pretendía atacar a civiles como forma de represalia, lo que viola la prohibición tanto de lanzar ataques directos contra civiles como de tomar represalias con la población civil;
- la huida de civiles del norte de Israel y la existencia de refugios evitaron una cifra de muertos superior a las 43 bajas civiles registradas.

"En el conflicto entre Hezbolá e Israel se ha ignorado reiteradamente el sufrimiento de la población civil de ambos bandos, y los responsables han eludido todo rendimiento de cuentas. Para que alguna vez se tomen en serio las leyes de la guerra, es preciso hacer justicia con urgencia, y eso significa que los responsables de crímenes de guerra rindan cuentas de sus actos y que se brinde reparación a las víctimas", ha declarado Irene Khan.

Amnistía Internacional pide que la ONU inicie con urgencia una investigación exhaustiva, independiente e imparcial sobre las violaciones del derecho internacional humanitario cometidas por ambas partes del conflicto. La investigación debe examinar en particular el impacto que el conflicto ha tenido en la población civil, y debe llevarse a cabo con vistas a hacer rendir cuentas de sus actos a quienes sean responsables de delitos contemplados por el derecho internacional y a garantizar que se brinda plena reparación a las víctimas.

Otros aspectos de la guerra, entre ellos las acusaciones de que Hezbolá utilizó a civiles libaneses como escudo y los ataques de las fuerzas israelíes que causaron numerosas bajas civiles, se abordarán en publicaciones futuras.

Si desean una copia del informe En la línea de fuego: los ataques de Hezbolá contra el norte de Israel, visiten: http://web.amnesty.org/library/index/eslmde020252006

 


 

 
UN AÑO DESPUES
 

Transcurrio ya un año, el 12 de julio 2006, del día en el que Hezbolá secuestró a dos soldados israelíes, Uri Goldwasser y Eldad Regev, y asesinó a otros tres que se encontraban realizando maniobras rutinarias en la zona norte de Israel.

Tras 34 días de intensa batalla, se firmó una resolución de la ONU, la 1701, en la que se acordaba el envío de una fuerza multinacional, la Finul, cuya misión consistría en evitar el rearme de la organización terrorista liderada por Hasán Nasrala.
 

De acuerdo con los servicios de inteligencia israelíes, aportados por la organización The Israel Project , el arsenal de Hezbolá, un año despues, seria de 20.000 cohetes; segun Hasán Narsala la cifra asciende a 33.000.

 

La mayoría de los cohetes que la organización terrorista lanzó contra el norte de Israel y que mataron a 55 israelíes, 43 de ellos civiles, fueron fabricados en Siria.
 
Iran, según el informe de The Israel Project , ha suministrado este año a la organización extremista de Hasán Narsala elementos antibalísticos; misiles de largo alcance o, incluso, de una nueva banda defensiva probada en esta pasada primavera en Teherán.

 

Hezbolá, también, ha reconstruido sus búnkers. Complejos espacios defensivos bajo tierra equipados con sofisticadas instalaciones comunicativas y con acceso a una estructura de túneles y pasillos que reduce su vulnerabilidad. Y ha reparado los lugares estratégicos desde donde se lanzaban los misiles caseros.

 

Es, entonces, una evidencia el rearme militar de Hezbolá, una fuerza que se suma a la supuesta victoria moral adquirida con la firma del alto el fuego con Israel el verano pasado sin haber liberado a los dos soldados israelíes que aún permanecen en cautiverio y de los que se desconoce cuál es su estado.

 

UN AÑO DE IMPUNIDAD
¿Y DESPUES QUE?

 

 

 Dr. Guido Maisuls.
Un habitante del norte de Israel.

 

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