16 de mayo de 2007

Don Quijote, el judio.


¿Era Cervantes un personaje enigmático? ¿Su origen era judío? ¿Qué tenía que ocultar Cervantes para escribir su texto de forma velada? ¿Cuál era su verdadero linaje y el auténtico significado de la aparente locura de su caballero? ¿Cómo se explica que fuese El Quijote el único libro maldito que evitó las llamas de la intolerancia de su tiempo?


En España, la mitad sur peninsular, estaban muy poblados de descendientes de los primitivos hebreos que inmigraron a estas tierras desde comienzos de la Edad Media y que, aunque muchos fueron víctimas de reiteradas expulsiones por no abjurar de su religión, otros muchos sí lo hicieron, cuando menos de cara a la sociedad, integrándose y conviviendo, no sin problemas, con la población autóctona.


Se han hecho muchos estudios, pero quizá lo más relevante es que actualmente se puede casi confirmar que era judío converso y que escribió El Quijote siguiendo una serie de doctrinas de su origen. Oficialmente, esta hipótesis se da de lado porque siempre ha representado al cristiano tradicional, español. Pero, si leemos su obra atentamente, no representa para nada al típico "cristiano viejo".
Los judíos de la época eran personas que intentaban sobrevivir. Eran personajes muy cultos, como todos los judíos y siempre perseguidos. Cuando la gran caza de brujas, en el siglo XVII, en España se los condenaba a la hoguera.


Cervantes deja pistas en El Quijote. Por ejemplo, se encuentra en el primer y famoso párrafo de la novela, «En un lugar de La Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme...» Lo que se ha visto en esa frase es que no habla de una zona en concreto, habla de una mancha judía del propio hidalgo y no de la Mancha geográfica.


Don Quijote nos lleva a pensar que es judío por sus oficios y profesiones como cobrador de impuestos, su padre fue cirujano barbero, eran oficios que desempeñaban los judíos de la época.



¿Por qué se salvó Cervantes y El Quijote de las hogueras de la Inquisicion? Ése fue el mayor acierto del propio autor siguiendo conocimientos y doctrinas prohibidas como la Cábala. 400 años después, todo el mundo tiene un libro de Don Quijote en su casa. Fue el único libro maldito que consiguió burlar la censura pero Cervantes, para quien "la libertad es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos" no es libre. Tiene que hablar en clave si no quiere ser tildado de judaizante.


Cervantes conocía muy bien las fuentes judías, que utilizó "con gracia y discreción". Las conocía demasiado bien para no ser un judío o, al menos, un marrano. Hay a lo largo de todo El Quijote un extraño sentimiento de tristeza e impotencia que Cervantes transmite sin querer. Creo que su libro es un intento desesperado de comunicar una sabiduría censurada.




RECOPILACIONES.

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