7 de mayo de 2007

UNA GUERRA INSOLITA

Esta Nota fue escrita durante la guerra de Libano 2, el pasado verano 2006.

Ahora considero importante reiterarla despues del Informe Winograd.

Estamos transcurriendo ya un mes de una guerra muy peculiar, entre la única democracia del medio oriente y una organización fundamentalista islámica armada y sostenida por Siria e Irán.
Una guerra contra una sofisticada maquinaria terrorista que logra desarrollar Hezbollah en el sur del Líbano y que no pudo ser prevista ni prevenida por los servicios de inteligencia ni por los sucesivos gobiernos israelíes.
Una guerra transitada por Israel con una actitud vacilante y errática que no puede o no quiere aprovechar del poder disuasivo y arrollador de un ejercito con amplia superioridad humana y tecnológica.
Una guerra donde no se aprovecha los factores sorpresa y tiempo y no se pudo evitar el sufrimiento de mas de un millón de israelíes del norte, durante tanto tiempo, con una masa de refugiados hacia el sur del país, de tal magnitud, que no tiene antecedentes históricos.
Una guerra donde nuestra dirigencia tuvo que suspender acciones militares y pedir perdón al enemigo ante la grosera y fraudulenta trampa de Qana.
Una guerra donde ahora, nuevamente se pospone una gran ofensiva, ante la tonta y vana promesa occidental de milagrosas ¨salidas diplomáticas´´.
Una guerra donde cuesta comprender la mentalidad de nuestros gobernantes que buscan a toda costa no dañar a ´ civiles´ del enemigo aún a costa de la seguridad de nuestros civiles.

Una guerra que ya tiene un costo demasiado elevado de muertos y heridos de nuestros heroicos jaialim, que entregan sus valiosas vidas en forma generosa en confusas emboscadas, donde los civiles son terroristas y los terroristas son civiles.

Una guerra donde los sacrificados trabajadores del norte israelí arriesgamos nuestras vidas cotidianamente entre alarmas y katiushas para llegar a nuestros puestos de trabajo y poder mantener los servicios esenciales para la comunidad.
Una guerra donde nuestras indefensas familias, ancianos y niños viven estresados por los bombardeos y resguardando sus vidas escondidos en las entrañas de desvencijados y obsoletos refugios.
Una guerra que no va a terminar nunca si no se neutraliza a Siria e Irán en el suministro de armas, tecnología e ideología al terror.
Una guerra que no tendrá fin si la diplomacia occidental nos separa de Hezbollah por medio de un ejercito libanés subordinado a Nasralah, de una burocrática e ineficaz fuerza de la ONU o de fuerzas militares comprometidos con oscuros intereses políticos y económicos pro árabes.
Una guerra donde detenerse ahora, luego de tantas muertes, destrucción, sufrimientos y sacrificios será volver al punto de partida, a una Hezbollah nuevamente amenazante, rearmada y victoriosa.

Una guerra en la que Israel podrá triunfar si es llevada hasta el final, hasta la derrota total y definitiva de la Hezbollah y hasta la neutralización del poder militar de sus amos, Siria e Irán.

Una guerra insólita , donde Israel tiene una sola opción: VENCER.

No hay comentarios: