Recopilaciones
The Prism Group.
"El niño gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente, en forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad."
Principio 2, Declaración de los Derechos del Niño - Resolución 1386 de la XIV Asamblea General de las Naciones Unidas, 20 de noviembre de 1959.
En los últimos años, se ha registrado un fuerte deterioro en las condiciones de los niños palestinos e israelíes, como resultado de la Intifada palestina, la escalada de violencia y de ataques terroristas y el lanzamiento de misiles contra la población civil. Además del dolor y el sufrimiento de los niños de ambos bandos, existe también una preocupación por el daño psicológico a largo plazo que puede resultar del trauma de presenciar la violencia, sea en forma directa o como resultado del estar involucrada la familia o un ser querido.
El Convenio Internacional de los Derechos de los Niños condena el reclutamiento de niños menores de 18 años en conflictos armados. Pero contrariando este principio elemental, a los niños palestinos se los educa deliberadamente en una cultura de violencia y de odio. Los casos que lo demuestran son tan numerosos como variados. A continuación, no más que algunos ejemplos:
La BBC ha filmado campamentos de verano patrocinados por el Jihad en los cuales se brinda formación paramilitar a niños de tan sólo ocho años. Contraviniendo normas humanitarias convencionales, se enseña a los niños que después que una persona se convierte en un bombardero suicida, llega al nivel más alto del paraíso. Un odio así, hecho carne, lleva a glorificar la violencia y el martirologio y al estar dispuesto a matar a otros por el presunto beneficio de la inmortalidad espiritual. Niños de muy corta edad - hasta bebés - han sido vestidos de bombarderos suicidas y así fotografiados por sus padres.
Abu Mazen, funcionario jerárquico de la Autoridad Palestina, admitió que se ha pagado aproximadamente un dólar a niños por cada bomba de tubo que arrojan. Según Abu Mazen, no menos de 40 niños han perdido un brazo al arrojar estas bombas. (en Alzamin, un periódico de Kuwait, 20 de junio de 2002.)
Cunde la incitación a la violencia a través del sistema escolar de la Autoridad Palestina. Los textos escolares exhortan al odio y elogian el "martirio". En las paredes de los jardines de infantes hay carteles que elogian a sus alumnos llamándolos "los shahids [mártires] del mañana". Maestros y directores de escuelas básicas elogian a alumnos por querer "hacer trizas sus cuerpos [de los sionistas] y causarles más dolor del que jamás imaginaron."
¿Cómo puede considerarse aceptable una sociedad que alienta a sus niños a morir? Los líderes palestinos deben ser llamados a rendir cuentas.
Un análisis de las circunstancias que rodean la muerte y las lesiones sufridas por niños palestinos e israelíes, muestra que los entornos en los que se produjeron dichas muertes y/o lesiones presentan grandes diferencias. No puede ignorarse el hecho de que se han producido incidentes aislados en los cuales resultaron muertos niños palestinos que eran espectadores inocentes. Sin embargo, la gran mayoría de los niños palestinos resultaron muertos trágicamente durante enfrentamientos con las FDI. No se dispone de cifras precisas, pero se estima que así murieron unos 200.
¿Cómo es que estos niños se vieron expuestos al peligro? ¿Por qué se permite a niños palestinos enfrentarse a una fuerza militar? ¿Por qué es que están presentes entre amotinados, francotiradores y terroristas? ¿Y cómo es que la prensa siempre está en "el lugar y el momento precisos" para fotografiar estos actos de falso heroísmo? Lamentablemente, no se ha dado aún respuesta a estas preguntas muy razonables, ni por parte de la Autoridad Palestina ni por las familias de las víctimas mismas.
Hay cada vez más pruebas de que elementos pertenecientes al liderazgo palestino han explotado niños palestinos a fin de manipular las imágenes en los medios de difusión, enviándolos deliberadamente al frente de batalla de este conflicto. Por ejemplo, hay tomas de televisión documentadas que muestran francotiradores palestinos usando repetidamente a niños como escudos humanos mientras disparan contra las FDI. Por contraste, los soldados israelíes tienen orden permanente de no utilizar municiones de guerra contra niños.
Padres de niños heridos o muertos como "mártires" han recibido incentivos en dinero:
Un comité cuasigubernamental de Arabia Saudita prometió el pasado año $5.333 a "cada familia que haya sufrido el martirio." (Washington Post, 9 de abril de 2002.)
Se han encontrado autorizaciones de pago de ceremonias en honor de bombarderos suicidas, así como de dinero para sostener a sus familias, firmadas por el presidente de la Autoridad Palestina. (Washington Post, 3 de abril de 2002; MSNBC, 3 de abril de 2002.)
A esto se une un fuerte apoyo social, de tal magnitud, que cuando Ahmat Omar Abu Selmia, de 15 años, resultó muerto cuando iba a atacar la comunidad israelí de Duguit, su padre celebró su "martirio" en una festividad callejera a la que concurrieron unos 200 hombres.
Cientos de niños israelíes han sido muertos o han quedado lisiados desde el 27 de septiembre de 2000. En muchos casos, estos niños estaban simplemente ocupados con en actividades de la vida diaria - yendo en autobús a la escuela, comiendo con sus padres en un restaurante, jugando en un jardín de infantes o simplemente parados en fila para entrar a una discoteca en el fin de semana.
Es vital que todos los niños, tanto palestinos como israelíes, crezcan libres de la violencia y el odio. Esta es la clave de una paz futura, verdadera y duradera.
Las encuestas señalan que entre un 72 y un 80% de los niños palestinos anhelan la muerte como shahides o muertos por Alá, indican estudios de la Palestinian Media Watch, una organización que desde 1996 se ocupa de revelar el rostro de la sociedad palestina a través del estudio de sus mensajes en medios de comunicación, libros escolares, poesía y música popular. Hoy una generación entera de niños palestinos, víctimas del adoctrinamiento y de la propaganda, está convencida de que la muerte y el martirio en nombre de Alá es el máximo logro que puede ser alcanzado en vida. La cultura de la muerte fue impuesta.
El video-clip musical es uno de los principales medios de adoctrinamiento, así como los cortometrajes, las series de televisión, las caricaturas, e incluso los juegos, afirma Palestinian Media Watch.
Ahmad Hamdan, delegado de Hamás en Teherán, ha revelado que según recientes estadísticas el 20% de los mártires desde el comienzo de la Intifada hasta la fecha lo componen niños y adolescentes.
La cultura de la muerte está presente en la sociedad palestina tras un sistemático adoctrinamiento. El culto a la muerte no tiene edad. La idea de que si mueren asesinando gozarán de vida eterna en el paraíso junto a 72 vírgenes comienza desde los primeros años de vida.
La organización fundamentalista Hamas tiene una página en Internet destinada a animar y a reclutar a los niños palestinos a convertirse en terroristas suicidas. La web contiene elementos infantiles, como dibujos e historias, que son utilizadas para incitar a los niños a familiarizarse con el terrorismo del movimiento islámico. El sitio contiene historias y poesías que hacen apología de la lucha contra Israel y a la Yihad islámica. "Morir en nombre de Alá es ser un héroe en sus ojos", dice la web para los más pequeños.
Salah Shehadeh, que fue uno de los dirigentes del Hamas en la Franja de Gaza, en una entrevista en el sitio de Internet "Islam on-line" sostiene la necesidad de ofrecerles entrenamiento y capacitación a los niños como corresponde a futuros terroristas. Para perfeccionar el "método", dijo Shehadeh, había que empezar por enrolarlos a una sección especial del brazo armado del movimiento, con el fin de inculcarles cultura militar jihadista. Estas enseñanzas, según Shehadeh, les enseñarían a discriminar entre el bien y el mal.
En un artículo publicado en el periódico Al Quds, el Sheikh Dr. Ahmed Bakhar, presidente de la Organización Islámica, declaró que la dirección de la organización había volcado todos sus esfuerzos para realizar colonias de vacaciones, porque confía en los valores que dichos campamentos de entrenamiento otorgan a los niños de Palestina. Del mismo modo, los niños desean con entusiasmo inscribirse en los campamentos del Hamas, que reparten uniformes, zapatos, cuadernos y una cordial relación por parte de los organizadores.
El doctor Fatal Abu Hin presentó una investigación realizada por la Universidad Islámica de Gaza, en abril de 2001, en el seno de mil jóvenes de la franja de Gaza de entre 9 y 16 años. Según dicha investigación, el 45% de los jóvenes interrogados ya habría participado en actos hostiles, mientras que el 73% expresó que deseaba ser shahid. Dichos datos son testimonio significativo del galopante radicalismo surgido en el seno de niños y jóvenes de los territorios, los que son fácilmente enrolados para perpetrar ataques.
"El corazón del niño palestino no alberga solamente duda y miedo, sino también una fuerte voluntad para convertirse en mártir"... "ya que la jihad se ha convertido en ambición común a muchos niños, gracias a la cual lograrían prestigio, y su inmortalización en el seno de su pueblo", dijo una locutora en la televisión palestina al emitir la película "Niños mártires y amantes de su patria".
Ikrima Sabri, líder religioso de la Autoridad Palestina, fue enfático: "Cuanto más joven es el mártir, más importante es y más lo respeto", mientras que elogia a las madres que "desean sacrificar a su descendencia para el motivo de la libertad".
Los niños palestinos coleccionan incluso imágenes de terroristas, de la misma forma que otros niños coleccionan figuritas de deportistas o superhéroes.
El Toronto Star informó del furor. "Los niños reemplazaron sus una vez preciadas figuritas de Pokemon por gargantillas que tenían fotos de "mártires". Los niños palestinos adoptaron a terroristas suicidas como sus modelos, según indicó el periódico.
"Estos niños están convencidos de que el convertirse en mártires es algo sagrado, algo que vale la pena tener en el más elevado respeto", afirma Munir Jabal de la Asociación de Maestros palestinos. "Ellos idolatran estas fotos. Creo que esto los llevará, en el futuro, a realizar lo mismo".
Algunas de las figuritas más buscadas son las que llevan la fotografía de Moahmoud Attiti, Raed Karmi, y Yasser Badawi, los terroristas de las Brigadas El Aksa que fueron muertos por el Ejército.
La tendencia comenzó en noviembre de 2001, cuando un vendedor de Shjem comenzó a producir miles de medallones y llaveros que tenían una fotografía de estos "mártires".
La utilización de los niños como armas no es sólo patrimonio de los palestinos. Alá no debería haber creado los judíos y las moscas, repetían fanáticamente los niños iraquíes la frase de Saddam Hussein.
Según un artículo de Mirfat Al Jakim, en el semanario egipcio Roz Al-Yusuf, "Hezbolá ha reclutado a más de 2.000 niños inocentes de edades entre 10 y 15 años para formar milicias armadas. Antes de la reciente guerra con Israel, estos niños aparecían sólo en las celebraciones anuales del Día de Jerusalén, y se les refería como las 'Unidades del 14 de Diciembre', pero hoy son llamados istishhadiyun (mártires)..."
"Hezbolá ha reclutado de manera normal a jóvenes y niños y los ha entrenado para combatir desde una edad muy temprana. Éstos niños de 10 años apenas llevan uniformes de camuflaje, cubren sus caras con pintura de camuflaje negra, juran emprender la yihad, y unirse a la organización juvenil de los Exploradores Mahdi...", señala la publicación egipcia.
Agrega que "los niños son seleccionados por los funcionarios de reclutamiento de Hezbolá basados en un solo criterio: Deben poseer la voluntad de convertirse en mártires".
"Los niños son educados desde una edad temprana para convertirse en mártires en su juventud, al igual que sus padres, y su entrenamiento es llevado a cabo por la organización juvenil Exploradores Mahdi (...), que depende de Hezbolá, les enseña a los niños los principios básicos de la ideología musulmana chií y de la ideología de Hezbolá...", dice el artículo.
"La primera lección que Hezbolá le enseña a los niños es 'La desaparición de Israel', y siempre es una parte importante del entrenamiento del programa...", revela el informe periodístico.
Según el portal de la organización, "el número de reclutas que había pasado por el entrenamiento a finales de 2004 era de 1.491", y "el número de grupos que se habían unido a la organización era de 449, con un total de miembros de 41.960". Según la organización, las recientes estadísticas, desde 2004, muestran que 120 de sus miembros han estado listos para convertirse en mártires. Hoy algunos calculan que hay 140.000 niños dispuestos a ser kamikazes.
"La meta de la organización es entrenar a una generación ejemplar de musulmanes basada en el principio del 'mandato del jurisprudente' "un principio fundador de la Revolución Islámica en Irán, y de prepararse para la llegada del Imán Mahdi", una especie de redentor guerrero en el Olimpo chií, que está oculto pero vendrá. "Sus miembros, incluyendo a los niños, aprenden la obediencia a sus comandantes para traer el honor a la nación musulmana, y prepararse a sí mismos para ayudar al Mahdi cuando llegue", explica.
Na'im Qasim -diputado y estrecho colaborador del jefe de Hezbolá Hassan Nasrala- dijo en una entrevista en Radio Canadá que "una nación con niños mártires será victoriosa, no importa qué dificultades quedan en su camino. Israel no puede conquistarnos o violar nuestros territorios, porque tenemos hijos mártires que purgarán la tierra de toda suciedad... Esto se hará a través de la sangre de los mártires¨, señala el artículo.
"Que caiga la vergüenza sobre aquel que no enseña a sus hijos la educación de la Yihad (...); bendito sea aquél que dona un cinturón de explosivos para él mismo o para sus hijos y se para entre los judíos y dice: Alá Akbar (Alá es Grande )...", dijo el Mohamed Ibrahim Madi, durante un sermón del viernes, transmitido por la televisión palestina.
1 comentario:
Hn vuelto a morir niños, y siguen siendo utilizados. No sabes cómo lo siento. Los míos duermen en estos momentos. Otros ya duermen para la eternidad. ¡Qué dolor, qué despropósito!
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